Así vivimos los Goya

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Premios Goya Mucho ruido y pocas nueces
Premios Goya Mucho ruido y pocas nueces

La Fiesta del Cine Español. Cuantas veces habremos de escucharlo a modo de epíteto hasta que finalmente nos demos cuenta de que lo que trasciende es un ejercicio de autocomplacencia.

¿Qué es la Gala de los Goya a fin de cuentas?. Podemos definir lo que no es. No es un reconocimiento a los éxitos de taquilla del cine español, ya que Torrente 4, la película de Santiago Segura, no obtuvo una sola nominación. No digamos que la mereciera, que probablemente no, pero sí habría sido un guiño al espectador reconociendo su importancia en el balance final. Tampoco es un ejercicio de estilo, ya que la más brillante película del año, La Piel que Habito, recientemente reconocida con un premio Bafta, quedó marginada a premios menores. No resulta un impulso para nuevos autores, pues a pesar del premio a Kike Maillo como director revelación, han quedado muchos otros en el camino que hubieran merecido luchar codo a codo con los consagrados.

Almodovar y Hache
Almodovar y Hache

Lo que nos queda, por desgracia, es un monumental despilfarro, un conteo de palmaditas en la espalda y una sucesión de despropósitos, comenzando con su presentadora, Eva Hache, que siendo una mujer divertida e inteligente, no da el perfil para presentar la gala, habiendo sido eclipsada por el anteriormente mencionado Segura en tan sólo cinco minutos.

No decimos que "No habrá paz para los malvados" no sea una buena película. Pero no era la mejor. Igual que Lluis Homar es un gran actor, pero no era el mejor actor de reparto (la parte de la que cojea Eva, como analizamos en su día). Es difícil entender que "La Voz Dormida" llevase los premios que llevó si no contamos con los juegos de poder que se mueven en la Academia del Cine Español, a los que les cuesta abstraerse de mensajes políticos.

Así, hubo el guiño habitual en forma de premio para Isabel Coixet y monólogo político precedido de un espontáneo que no se supo muy bien que reclamar y es que cansa que en españa, haya dos colectivos, la Iglesia y los Cineastas que no dudan en hacer política sin meterse en política, estropeando lo que debiera ser un ejercicio artístico. ¡Ojo!. El que escribe no pretende decir que el arte no lleve una expresión política, que debe, y es bueno que lo lleve. Lo que no es de recibo es usar un foro que si duda no es apropiado, para tratar de hacer valer los intereses que han llevado a la industria del cine español a un estado endogámico de difícil solución, mientras que verdaderos talentos, tienen que emigrar en busca de reconocimiento fuera de sus fronteras.

Tal distanciamiento de la realidad, del público y de como gira el mundo hoy en día, se puso de manifiesto en el discurso a tres de Bollaín, Etura y González Macho, negando la evidencia, dándole la espalda a lo evidente y llevando a cabo un ejercicio de autoexclusión del que el cine español no puede salir bien parado.

Antonio y Melanie El Glamour que no es el reflejo de los Goya
Antonio y Melanie

Poco más que añadir... justos los premios a Kike Maíllo, a Elena Anaya y a Jan Cornet. Muy justo el reconocimiento a la fusión entre el mundo del comic y el cine de Arrugas, que recibió el premio al mejor guión adaptado y a la mejor película de animación, pero eclipsados por el excesivo reconocimiento a "No Habrá Paz Para los Malvados".

 

http://vimeo.com/37107038