Crítica: 666 espiritus, mal nombre, buena película

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666 espiritus,Videocine
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En estos últimos años cuando hablamos de terror en años recientes nos invaden imágenes goré de las cuales se ha abusado para impresionar al cada vez mas exigente público que gusta de ver cine que lo haga saltar de su asiento, sin embargo surgen películas como esta que tienen una buena historia que contar.

¿Qué es lo paranormal? la pregunta se queda en el aire porque a ciencia no tenemos una certeza que lo paranormal exista, sin embargo, creámoslo o no hay fuerzas externas a nosotros que no podemos ver ni mucho menos controlar. Varias religiones tienen sus determinaciones al respecto, pero lo que si es real es que cuando nos metemos a este mundo siendo creyente o no empezamos a vernos afectados de alguna forma.

Hay una afección mental llamada Trastorno de personalidad múltiple, que según los especialistas es cuando un individuo fracciona su mente en diversas personalidades separándolas una de la otra y asignando mundos con contextos diferentes a cada una de ellas, sirviendo estos como alter ego de la personalidad principal que decide cuando dejar salir a las demás. Este tópico en cine lo hemos visto muchas veces en películas como Identity y Sybil con Sally Field y esta última da un mas claro ejemplo del trastorno.

Juliane Moore y Jonathan Ryes Myers llevan este thriller de suspenso que no es para que saltes de tu asiento, en mucho mas inteligente que eso pero tampoco exaltarla más de lo que es, una película que se disfruta un sola vez pero que te mantiene atento a lo que pasará, con un guión que no cae en las casi dos horas, al contrario va subiendo de tensión en todo momento manteniéndote a la expectativa de la resolución de los personajes.

Carrie(Juliane Moore) es una psicóloga experimentada en el trastorno de fraccionamiento de la identidad, su padre también sicólogo le encarga ver un caso donde la personalidad toma poder con detalles muy específicos, tiene familia, recuerdos e inclusive puede reconocer a sus familiares cercanos, mas que una personalidad es un espíritu dentro de el mismo paciente. Adam (Ryes Myers) es un joven que es rescatado de situación de calle pro que adopta diferentes personalidades, pero no son producto de su mente, son almas devoradas por un ente encarnado que pertenece al plano satánico.

Filme que gustará a los fans del género,  ya que no contiene exorcismos, ni técnicas de primera persona- me refiero a Actividad paranormal- ni tampoco el gore obligado para impresionar, sólo esta compuesta por un guión que a mi opinión es mucho mas verosímil que las historias de las cuales se hacen franquicias sin ningún sentido, también una mediana actuación por parte de Moore como una terapeuta perseguida por fuerzas que no alcanza a comprender, sin embargo el actor de la serie de Los Tudor no le cuesta nada poner cara de esquizofrénico, pero resalto que al pasar de una personalidad a otra es totalmente creíble. Con un final muy ambiguo el dialogo del filme se consolida, aunque por momentos sentía que la historia se estaba yendo de las manos se retomaba la credibilidad del argumento inicial.

Lo bueno: Que es solo para entretenimiento y lo logra en toda su duración.

Lo malo: El mal nombre que le asignaron en México, que ni siquiera son 666 espíritus.