Ron Howard regresa con un filme, que a mi parecer ha sido el mejor hasta el momento, sin descartar o demeritar sus anteriores trabajos el director de Cinderella man nos cuenta la historia de la rivalidad automovilística más legendaria de la historia de la FORMULA 1.
Eran los años setenta, cuando había una euforia por las marcas cuando surgió la rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt, ambos con provenientes de familias adineradas de sus respectivos países Austria y Reino Unido respectivamente. Sin embargo la popularidad de Hunt se antepone ante la antipatía de Lauda causando una rivalidad comercial, mediática y personal. El austriaco enérgico y preciso contra el popular y playboy británico, una combinación que cautivo a la afición deportiva de esos años, pero que lejos de ser sólo mero entretenimiento se volvió una tragedia de las más legendarias del deporte internacional.
Niki Lauda le llevaba ventaja por varios puntos a Hunt, la carrera que estaba por correrse era decisiva para poder alcanzar al campeón mundial austriaco, en promedio el porcentaje de riesgo de muerte o de accidente de un piloto de la Formula 1 en condiciones normales es del 20%. Alemania de 1976, premio Gran prix en competencia Lauda/Hunt, la pista esta en condiciones humedas y Niki se queda atrás sin esperanza de obtener el primer lugar, con la presión encima de demostrar su superioridad deportiva se lanza tras su legendario oponente sin medir consecuencias causando uno de los más desastrosos accidentes de la Formula 1 de los cuales se tenga memoria, dejando al piloto con severas quemaduras y deficiencias físicas.
Un Biopic dual llevado por dos grandes actores Chris Hemsworth y Daniel Brühl que plasma la rivalidad de los dos pilotos más emblemáticos de los años setenta. Un filme muy bien llevado que no cae en sentimentalismos baratos ni enseñanzas moralistas baratas, sólo deja al descubierto los motivantes que se pueden encontrar en cualquier medio, en este caso el deportivo y más específicamente las carreras de autos que es uno de los deportes con más seguidores después del Futball americano y baloncesto.
Un guión que alterna ambas historias sin profundizar más que lo necesario en las historias de sus protagonista con el objetivo de dar una base y origen a los personajes para que el espectador que no conoce la historia de estos pilotos se ubique y pueda entrar de lleno a ser cautivado por las motivaciones de ambos deportistas. Como siempre Howard entrega un cuadro con muchos matices, parece que te lleva por varios estados de animo para concluir con un excelente final que no es rosa ni es negro, simplemente retrata la historia como fue sin caer en lugares comunes que podríamos apreciar en otros proyectos parecidos.
El realizador, a mi parecer se reinventa un,poco con esta propuesta cinematográfica, apoyado por Daniel Brühl extraordinario como Niki Lauda, con una actuación fuera de serie que lo perfila a ser de las más grandes promesas actorales que podremos tener hasta ahora, aunque sólo hemos visto en filmes comerciales como Bastardos sin gloria de Tarantino, Brühl ya tiene una carrera hecha y solida. Chris Hemsworth (Thor) interpreta a Hunt, arrogante, petulante y narcisista, papel que le queda perfecto al actor- no estoy diciendo que lo sea en la vida real- sino que por sus características físicas encaja en este tipo de personalidad, sin embargo, nos da una de sus mejores actuaciones hasta el momento.
De los mejor que pueden ver este año en las carteleras, Rush te contagia de la emoción deportiva por la Formula 1.