Melancholia de Lars Von Trier triunfa en Sitges 2011

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Corresponsal de homocinefilus en España

La jornada que supuso el ecuador del festival de Sitges ha quedado marcada por el duelo de estilos, representados por los sustos fáciles en Emergo de Carles Torrens y la grandísima representación del fin del mundo de Melancholia de Lars Von Trier dentro del género fantástico más puro que hemos visto hasta el día de hoy. Emergo, que se proyectaba en primer lugar en la que es su premier mundial, se define como un falso documental donde se nota la marca de Rodrigo Cortés, el director de Buried, en la producción y el guión de una cinta nos narra el estudio de fenómenos paranormales en una casa encantada por un equipo científico con planos que nos traen a la memoria metrajes como REC. El género de Found Footage vive una edad dorada como lo muestra la expectación con la que fue recibida la cinta y la avalancha que dentro del propio festival llega con la proyección de Grave Encounters de los Vicious Brothers y Apollo 18 de Gonzalo López Gallego.

Impresionante es la palabra que mejor define Melancholia, la más aplaudida ayer y sin duda una de las cintas del año, se muestra como un drama familiar articulado en dos actos que narra la relación entre dos hermanas interpretadas por Kristen Dunst y Charlotte Gainsbourgh e incide en los problemas existenciales con un fin de mundo de fondo que iguala clases sociales. Podría decirse que Richard Wagner con el preludio de Tristan e Isolda es un intérprete más, pues es difícil concebir semejante belleza plástica con otro marco musical que no sea este. Un riguroso ejercicio artístico, y unas interpretaciones magistrales donde el ritmo característico de Von Trier dotan a este drama que profundiza hacia el final de la película en los miedos más atávicos para rematar con unos últimos cinco minutos que probablemente pasen a la historia, no sólo del género fantástico, sino del cine en general. Y es que el público salió del cine con la sensación de haber asistido al visionado de una absoluta obra maestra y que demuestra que con cimientos bien puestos, la industria del cine sigue siendo capaz de generar obras artísticas de primer orden.

Hubo espacio en la selección de Homocinefilus para el cine iberoamericano con Trabalhar Cansa, una producción brasileña de Juliana Rojas y Marco Dutra que supone su primer largometraje y que cuenta la historia de dificultades que la protagonista, Helena, correctamente interpretada por Helena Albergaria sufre a la hora de abrir un supermercado debido a lo que se intuye es una maldición que pesa sobre el local. Con rasgos de denuncia social propios del cine brasileño, la película venía avalada por las buenas sensaciones que había dejado en el pasado festival de Cannes.

Tambien hubo tiempo también para echar un vistazo a Beyond the Black Rainbown de Panos Cosmatos en lo que es una interesante muestra del últimamente tan denostado cine geométrico y  la estética de los años 80 pero muy alejado del revisionismo tan de moda últimamente en cintas como Super 8, y que se centra en la estética Pop, narrando un 1983 alternativo donde un programa científico intenta explotar las habilidades psíquicas de los individuos para alcanzar la felicidad, un objetivo tan ambicioso como ambiciosa es la película en sus formas, y que hace que se nos muestre como una producción muy experimental alejada definitivamente de los potenciales gustos del gran público.

Finalmente, la francesa, Le Petit Poucet de Marina de Van toma el cuento Pulgarcito de Perrault en su forma más cruda y literal, para ofrecernos una película de terror donde se demuestra finalmente que el hombre es el peor depredador humano.

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