Vincenzo Natali

Splice.Experimento Mortal. El monstruo, tu espejo.

Splice. Experimento Mortal. Splice. Francia, Canadá, USA (2009)

  • Dir. Vincenzo Natali
  • Reparto: Adrien Brody, Sarah Polley, Delphine Chaneac

Calificación: 3/5

Una de las que llega tarde a México, cuando algunos ya la consiguieron en DVD en las tiendas y otros más en la piratería. Pero ya está en salas comerciales  y la expectativa es bastante alta como  para generar buenos  dividendos en taquilla. Y lo único que hay que agregar al asunto de las expectativas, es que no hay que levantar tantas antes de comprar un boleto para entrar a verla. Aceptable y ya, nada extraordinario, por decirlo de manera simple.

Splice,  es una cinta de ciencia ficción combinada con un drama pasional,  que toca temas como los nuevos roles de de feminidad y masculinidad, la familia y la tensión sexual entre la razón y el instinto. Esta propuesta resulta sumamente original, ya que en ocasiones se pierde de vista que la ciencia ficción puede tener la enorme virtud de mostrarnos lo poco que cambia la esencia de la naturaleza humana comparada con el avance científico y tecnológico. Esta premisa es acaso el mayor mérito de la película, además de contar buenos y convincentes efectos especiales.

La trama gira en torno a una pareja de científicos que trabajan para una enorme corporación que hace experimentos genéticos con el fin de encontrar nuevas proteínas para  ganado. Ello los lleva a la creación de una especie que genera millonarias patentes, pero que los tiene frustrados ante la negativa de la corporación de avanzar en  otros temas, como la creación de híbridos o clonar seres humanos modificados genéticamente. Es así que a escondidas crean un organismo biológico con genes humanos. La extraña criatura parece ser un milagro científico, sin embargo, genera todo tipo de cuestionamientos éticos en sus creadores, quienes además se ven afectados en su relación de pareja a partir de este hecho. El asunto finalmente desemboca en l terrible descubrimiento de que la esencia de la humanidad está más en el instinto que en la razón.