The Wizard of Oz

Reimaginaciones que funcionaron

Pocas palabras pueden causar más terror que el oir que piensan «reimaginar» un clásico. Usualmente, eso significa sacarlo de su contexto,

Oz, El Poderoso. Un mago para tres brujas.

Oz, the great and powerful. (USA, 2013)

  • Dir. Sam Raimi
  • Reparto: James Franco, Rachel Weisz, Michelle Williams, Mila Kunis.

Disney parece empeñado en reconstruir la historia de los clásicos del cine y la literatura sin ayuda de sus autores originales.  Es así que produjo la versión complementaria de Alicia en el País de la maravillas, bajo la dirección de Tim Burton y ahora nos toca ver como Sam Raimi, nos cuenta lo nunca antes contado del Mago de Oz. No queda del todo claro si Lewis Carroll y Lyman Frank Baum, necesitaban de dos exponentes del cine contemporáneo para reconstruir sus historias, pero en dado caso, ambos ejemplos son interesantes para revisitar historias clásicas dedicadas a una nueva generación.

En esta ocasión, Disney no escatima recursos para lanzar una super producción en efectos visuales y en actores y actrices de primera plana que no desilusionan al espectador. El guión no resulta tan sorprendente, ya que conserva la estructura del relato original aportando elementos nuevos a la historia del Mago y de las tres brujas de Oz, personajes clásicos que conocemos e identificamos bien. La historia se reconstruye a partir de las menciones que se hacen acerca del Mago en las historias escritas originales, agregando mucho del oficio Disney y tomando en cuenta que la cinta de Victor Fleming (1939) estelarizada por Judy Garland, es acaso la película que más personas han visto en todo el mundo.

Para esta cinta, Oz (El diminutivo de Oscar, en realidad) se nos presenta a principios de siglo, como un mago de feria (¿no adivinan?) en Kansas. Farsante, egoísta mujeriego y con aires de grandeza, pronto debe verse consciente de sus faltas, al tiempo que debe huir para no ser golpeado a bordo de un globo, al tiempo que un tornado lo lleva ni más ni menos que al País de Oz (¡ay! ¿Qué raro no?).

Resulta que para cuando llega, es confundido con el Gran Mago de la Profecía, el salvador que vencerá a la malvada bruja y restaurará la paz y la felicidad para todos los habitantes de este país mágico. El falso mago deberá entonces usar su astucia y emprender una aventura que lo llevará a descubrirse a sí mismo y a entender el sentido de los valores humanos esenciales. Todo ello muy al estilo de la versión original, en donde el amor, el valor y la inteligencia se revelan a lo largo del viaje como cualidades presentes en todo ser humano que es preciso potenciar.

El asunto, sin embargo, no resulta especialmente interesante por eso, sino por presentarnos a los personajes de las brujas de una manera diferente. La maldad producto del desamor y la ambición, así como la lucha con la bondad, es en realidad la materia prima de la historia. Y hay que decir que el asunto de las brujas, no era en modo alguno cosa menor. Margaret Hamilton en la película de 1939, fija el cliché de la bruja verde con verrugas y vestida de negro que todavía es uno de los disfraces más populares de Halloween. Se cuenta que la pintura verde del maquillaje, llegó a provocarle alergias a la actriz, que combinadas con haber aspirado los gases de colores que se usaron como efectos especiales en la cinta, le provocó una larga estadía en el hospital.

En este caso, las brujas exponen sus motivaciones para ser perversas, claramente ligadas al engaño y la frustración. Difiere un poco de otro relato basado en estas perversas brujas -el musical de Broadway,  Wicked- en donde la rivalidad entre Elphaba (Kunis) y Gllnda ( Williams) se gesta mucho antes de conocer al Mago de Oz. Pero eso se debe principalmente a que ambas propuestas son interpretaciones basadas en el libro original. En este caso la rivalidad está más centrada en el personaje de Evanora (Weisz), que aspira a nunca dejar el trono de Oz, que le ha sido encomendado proteger en tanto no se cumpla la profecía.

Las brujas en realidad son lo mejor de la historia por muchas razones, pero eso no obsta para que la película no sea entretenida para todo público. Actuaciones buenas, efectos especiales bien logrados y personajes entrañables, logran que se escuchen carcajadas en toda la sala. Los mayores extrañamos poco al camino amarillo, y empieza a gustarnos este nuevo Mago, que debe elegir entre tres hermosas brujas. Y es que las brujas definitivamente, no son siempre como las pintan.