Haciendo tu propia sangre para efectos especiales

| |

Tú puedes tener tu propia sangre en casa
Tú puedes tener tu propia sangre en casa

Ya en una ocasión anterior, mencionamos como antes de la aparición de los grandes efectos especiales, los cineastas tenían que amañárselas como podía, y la sangre fue siempre un problema. En los primeros años, se usaba incluso sangre de animales, que se adquiría en los grandes rastros. Esta, a pesar de su realismo, tendía a coagularse si la escena se demoraba mucho, además de atraer moscas y generar un olor terrible. Fue por ello que se creó esta fórmula, que fue la más usual hasta los ochentas, cuando se inventó la sangre química. Pero incluso en estas épocas, ésta se sigue usando cuando el actor debe de sangrar por la boca, o beber la sangre.
En un recipiente mezcla miel maple con unas cucharadas de agua, agregando después un poco de café en polvo, y colorantes rojo y azul. Ve mezclándolos poco a poco hasta obtener un color marrón rojizo, aunque la proporción usual es de seis a uno.
Una vez que tengas el color, agrégale un poco de fécula de maíz, de modo que espese ligeramente. Debe de tener una consistencia fluida, pero correr con cierta lentitud. Esta sangre no es tóxica, y puede colocarse en la boca, e incluso tragarse, aunque lo advertimos, es demasiado dulce, y puede empalagar muy fácilmente. Pero para un efecto convincente, es simplemente ideal.