Las familias son siempre parte importante de cualquier relato, pues es lo que al fin y al cabo es lo que marca lo que será cada individuo. Este punto se presta también al análisis, en especial en lo que respecta a aquellas en donde la parte criminal es la que domina. En We're the Millers, vemos una aproximación de comedia ligera a esta cuestión, pero obviamente, no es la única forma de lograrlo, y esta película nos trae una visión muy diferente.
Luc Besson nos presenta una interesante comedia negra, donde una de las familias más notorias de la mafia estadounidenses, es reasignada a Francia, dentro del programa de protección de testigos, pero pronto se darán cuenta que algunos hábitos no son fáciles de dejar. El director no da concesiones, y no duda en mostrar la brutalidad de la Mafia, a pesar de que se trata de una comedia. El simple nombre del director la hace muy recomendable, aunque quizá no todos los espectadores puedan apreciar su particular humor.