Bajo la Misma Estrella, en cines para este 5 de junio

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Bajo la Misma Estrella
Bajo la Misma Estrella

Hazel y Gus son dos adolescentes extraordinarios que comparten un ingenio agudo, un desdén por lo convencional, y un amor que los lleva —y a nosotros— a un viaje inolvidable. Su relación es ya de por sí milagrosa, en vista de que se conocieron y enamoraron en un grupo de apoyo de pacientes con cáncer. BAJO LA MISMA ESTRELLA, basada en el best-seller #1 de John Green, explora la divertida, emocionante y trágica cuestión de estar vivo y enamorado.

Hazel Grace Lancaster (Shailene Woodley) tiene dieciséis años. En partes iguales, ama y tolera a sus padres, que en algunas ocasiones la miman en demasía. Hazel se ha enamorado de un joven, Gus Waters (Ansel Elgort), quien parece corresponder sus sentimientos. Conforme su relación se hace más sólida, Hazel y Gus comparten sus miedos que vienen acompañados por su estado de salud, así como su amor por los libros, incluyendo el favorito de Hazel, An Imperial Affliction. En muchas ocasiones, Hazel ha intentado ponerse en contacto con el huraño autor del libro, Peter Van Houten (Willem Dafoe), en vano. Cuando Gus logra conseguir los datos del asistente del autor, esto trae consigo, de manera sorprendente, una invitación para conocer al escritor en Ámsterdam. Gus está determinado a llevar a Hazel a un viaje que contestará todas las preguntas que tiene acerca del libro que ha significado tanto para ella a lo largo de su vida.
Pero las respuestas que está buscando no provienen de Peter Van Houten. Vienen de vivir una gran aventura que Hazel comparte con alguien a quien no le da miedo amar —situación que les ha dado a ambos lo que ella llama un “pequeño infinito; un para siempre dentro de sus días contados”.

La novela de John Green The Fault in Our Stars fue publicada en enero 10, de 2012, y debutó en primer lugar en la lista de best-sellers de The New York Times. En el 2000, Green comenzó a trabajar en The Fault in Our Stars después de haber fungido como capellán estudiantil en un hospital para niños, y explica: “Quería escribir una historia acerca de gente joven que fuera como muchos aquellos que había conocido en el hospital —que fueran simpáticos, llenos de vida y muy divertido estar con ellos.
“También sabía que quería que The Fault in Our Stars fuera una historia de amor, pero durante mucho tiempo no me quedaba claro qué tipo de historia de amor sería”, continúa. “Finalmente, después de muchos años de buscar a mis personajes, encontré a Hazel y Gus. Tienen ideas muy distintas acerca de lo que debe ser una vida bien vivida, así como contrastantes visiones del mundo, pero el amor que se profesan y un libro hace que se unan”.
La amistad de Green con una joven llamada Esther Earl, a quien le dedicó The Fault in Our Stars, le brindó la dirección que necesitaba para contar la historia. Si bien Esther no es el modelo para un personaje específico en el libro, Green indica que, “nuestra amistad y la alegría que tenía por vivir sirvieron de gran inspiración”. Diagnosticada con cáncer papilar tiroideo en el 2006, Esther Grace Earl sucumbió a la enfermedad en el 2010, a los dieciséis años de edad.
Incluso antes de que la novela fuera publicada, Hollywood se puso en contacto. Pero Green estaba reacio a vender los derechos cinematográficos. “Sentí que la historia era tan personal y cercana a mí, que no me podía imaginar que la fueran a convertir en una película”.
El productor Wyck Godfrey estaba consciente de la reticencia del autor. Después de haber producido las fenomenalmente exitosas películas de la serie Twilight, basadas en los libros de Stephenie Meyer, Godfrey y Marty Bowen, su socio en Temple Hill Entertainment, se habían convertido en expertos en reconocer literatura que fuera ideal para adaptarse a la pantalla. “Ya habíamos intentando encontrar algo que apelara a la siguiente legión de lectores jóvenes que estaba en búsqueda de algo que fuera muy veraz, y The Fault in Our Stars se sentía como el siguiente paso en la ficción de adultos jóvenes”.
Godfrey abordó a Elizabeth Gabler, presidente de Fox 2000 Pictures, y juntos se movieron rápidamente para asegurar los derechos cinematográficos. “Hablamos por teléfono con John y lo convencimos que éramos las personas correctas para convertir el libro en película”, recuerda Godfrey. Su mutuo amor por el futbol soccer ayudó a sellar el trato. “Admití ser un gran aficionado del Liverpool, y quién lo iba a decir, pero resultó que John también lo era”, añade el productor.
Si deja de lado la vinculación deportiva, Green dice que conocer a Godfrey y a Isaac Klausner, productor ejecutivo del filme (y ejecutivo de Temple Hill Entertainment), y escuchar de primera mano el compromiso de los realizadores por serle fiel a los temas y a los personajes del libro, lo convenció de que eran las personas adecuadas para llevar la historia a la pantalla grande.
“Una de las cosas que Wyck me dijo durante esas juntas fue, ‘No escribiste un libro acerca del cáncer, y no vamos a hacer una película del cáncer’”, recuerda Green. “Wyck no quería que la película fuera sentimental o de cómo aprender a estar agradecidos todos los días. Wyck quería que la película fuera cruda, emocionante y que festejara la vida. Y eso es exactamente lo que yo estaba buscando.
“Quería que la película fuera divertida y que cuando la gente saliera del cine se sintiera estimulada —que captara la idea de que una vida corta puede ser buena y pródiga. Wyck e Isaac también creyeron claramente en esas cosas”.
Dos miembros de las legiones de aficionados del libro —los guionistas Scott Neustadter & Michael H. Weber— estaban encantados en formar parte de la película y adaptar la novela de Green. “La verdad es que fuimos muy afortunados en habernos involucrado con el proyecto antes de que el libro se convirtiera en un fenómeno mundial”, explica Neustadter. “Para cuando lo leímos, justo antes de su publicación, era querido…por nosotros. Desde entonces, la reacción ante el libro ha sido fantástica —esperamos que suceda lo mismo con la película—, pero eso no importó cuando lo estábamos adaptando, más allá de nuestro profundo sentir por él”.
“Nuestro objetivo fue conservar tanto como nos fuera posible del libro, y asegurarnos en el camino de que se volviera una experiencia cinematográfica especial”, añade Weber. “Como pasa con la mayoría de las novelas, el reto más grande en ese proceso es exteriorizar la voz interna del escrito. John Green leyó nuestro primer tratamiento y nos envió el más maravilloso correo electrónico de apoyo. Cuando trabajamos con un autor de su calibre significa mucho para nosotros que aprueben nuestra propuesta”.
Fue una decisión fácil escoger a Josh Boone para que dirigiera el proyecto. Godfrey era aficionado de la película Stuck in Love, de Boone, y la había estado revisando desde que leyó el guión. La película fue protagonizada por Greg Kinnear, Jennifer Connelly y Lily Collins, pero como Godfrey dice, “Es a final de cuentas acerca del personaje del hijo adolescente”, interpretado por Nat Wolff, quien tiene un papel protagónico en BAJO LA MISMA ESTRELLA.