Existen muchos libros, películas, series, shows en los cuales por cuestiones de historia, impacto y dramatismo los escritores, guionistas, productores o directores se empeñan en que el desenlace de nuestra película acabe mal para sus protagonistas y YO estoy en contra de eso.
No es que prefiera los finales rosas y cursis y me quede con el “vivieron felices para siempre”; pero en una época tan frenética y caótica en donde las Bolsas cada día caen más bajo, el dólar sube sin parar, el poder adquisitivo va en picada, la tasa de desempleo cada día aumenta, la ola de violencia y delincuencia no para (Y PUEDO SEGUIR). No quiero estresarme más por que la película que estoy viendo ya atropellaron a Lassie, el protagonista muere intentando rescatar a los rehenes, la damisela enamorada muere de cáncer, los extraterrestres nos han exterminado, los fantasmas de la casa ya mataron hasta al canario.