Censuran a García Márquez: cancelan filmación de película

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Portada de Memorias de mis Putas Tristes
Portada de Memorias de mis Putas Tristes

Por Victor Omar Uribe

La puesta en marcha de la adaptación fílmica de Memoria de mis putas tristes, la última novela de Gabriel García Márquez, ha quedado cancelada ante la retirada de la inversión que el estado de Puebla otorgaría.

La cinta, una coproducción entre México, España y Dinamarca, tenía un presupuesto estimado en ocho millones de dólares. El gobierno de Puebla había anunciado a mediados de septiembre que aportaría el 20 por ciento del financiamiento.

Pero, ¿cómo diablos empezó este vergonzoso escandalito?


El proyecto se paró luego de que este martes la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (Catwlac) presentara una denuncia ante la Procuraduría General de la República contra el filme y sus responsables, por considerar que se trata de una apología de la prostitución infantil y corrupción de menores.

El caos fue alimentado previamente por la periodista Lydia Cacho, quien en su columna del pasado 5 de octubre en El Universal, cuestionó seriamente a García Márquez.

¿Por qué García Márquez aceptó llevar a la pantalla Memorias de mis putas tristes? justo en un momento en que el mundo está luchando contra la creciente explotación sexual comercial de niñas y adolescentes. La novela tiene un público limitado, la película en cambio terminará en televisión y será masiva, comentaba en texto la periodista.

Poniendo en contexto la novela, “Memoria de mis putas de tristes” es la historia de un anciano, cliente frecuente de prostíbulos, que para celebrar su cumpleaños número 90 paga para que le consigan a una jovencita virgen de 14 años.

El meollo del asunto radica en que Lydia Cacho publicó  un libro titulado “Los demonios del eden”, donde el gobernador Mario Marín es involucrado con pederastas. La edición del libro significó todo un escándalo político para el corrupto funcionario (a partir de entonces el “gober precioso”) y que la periodista terminara unas semanas en la cárcel en el 2005 bajo cargos de difamación.

La comunidad cinematográfica mexicana se quedó con el ojo cuadrado cuando además del texto de Cacho, la productora mexicana Bertha Navarro aportó su dosis de gasolina al fuego al ponerse en contacto por correo electrónico con el  director del filme, el danés Hanning Carlsen, donde a grandes rasgos le expuso que de aceptar el financiamiento del gobierno de Puebla  estaría siendo financiado por la mafia más indignante que oculta la red de pedofilia de tráfico de niños.

Luego, vino la denuncia de la ONG presentada este martes en la PGR.

Ante semejante presión, el gobierno de Puebla anunció en comunicado que el financiamiento sería cancelado, para cerrar el paso a cualquier controversia que lo involucre directa o indirectamente sobre el tema de la pederastía.

Hasta el momento, la única persona en dar la cara por parte de la producción es el codirector Ricardo del Río, quien en declaraciones a los medios ha dicho que Gabriel García Márquez ya está al tanto de la situación.

Está enterado y no concibe cómo una obra cultural se ha politizado. Están censurando una obra fílmica sin conocer ni el guión ni la versión del director. Nos han dado un golpe mortal porque no podemos aventurarnos a filmar sin todos los recursos. Será difícil que esto salga adelante porque ya se politizó comentó indignado  Del Río.

Nosotros en Cinecinecine.com solo podemos aportar un par de reflexiones:

  • Cierto, no hay forma de ayudar a Carlos Marín, digno representante de lo más bajo de la política mexicana que debió estar  en prisión desde hace mucho.
  • Nos alegra que ni la ONG ni Lidia Cacho estuvieran presentes cuando se filmaron películas basadas en los libros de Drácula o del Marqués de Sade, porque seguramente hubieran armado un numerito digno de la Santa inquisición para prohibir el rodaje y quemar vivos a todos los involucrados.

Es una pena que los mexicanos sigamos haciendo esta clase de ridículos mundiales.