Como ya hemos visto anteriormente, el tema del viaje por el tiempo no es sólo uno de los más recurrentes en el cine, sino que se presta a todo tipo de aproximaciones. En esta producción, el director Richard Curtis opta por una aproximación más ligera. A los 21 años, Tim recibe la noticia de que todos los varones de su familia tienen la capacidad de viajar en el tiempo al llegar a esa edad, por lo que tendrá la oportunidad de literalmente rehacer su vida. La cinta hace a un lado todos los problemas de paradojas y líneas temporales, para acercarnos a una historia de ensayo y error en donde el protagonista cambiará los hechos una y otra vez, sin quedar totalmente satisfecho. La premisa suena divertida de entrada, pero fácilmente agotable, por lo que es posible que pierda pronto su encanto. Aunque es un hecho, merece que se le dé su oportunidad.