Entre todos los géneros cinematográficos, existen dos que suelen confundirse bastante, más que nada por la amplitud de sus términos, que son la acción y la aventura. El principal problema con ambos es que, por no tener límites bien definidos, no sólo se cruzan bastante entre ellos mismos, sino con otros géneros.
El género de acción se identifica como aquellas historias en donde las circunstancias físicas son más frecuentes e importantes para la trama que las acciones mentales o sociales, y en donde el antagonismo se desarrolla en ese plano. Por otro lado, estas mismas acciones físicas deben de ser violentas, rápidas y constituir un reto. Contra lo que mucha gente piensa, no se debe de tratar necesariamente de combate. Un personaje que debe de conducir rápidamente en un camino que se va derrumbando está enfrentando una acción violenta, aunque no esté peleando contra nadei, como en el caso de 2012.
En el cine de aventura, una persona se enfrenta a una serie de situaciones desconocidas, que para él representan un reto, y cuya solución tendrá repercusiones muy importantes, ya sea a nivel personal o más allá. El término "situaciones desconocidas" es muy flexible. Indiana Jones, por ejemplo, está acostumbrado a la vida de sobresaltos, pero es indudable que cada experiencia es totalmente diferente a las anteriores.
Como dijimos, pueden haber películas de acción, de aventuras, o que reúnan ambas. Rescatando al Soldado Bryan, por ejemplo, no puede ser catalogado como ninguna de las dos, pues lo más importante en la trama es la interacción del grupo, a pesar de lo que están viviendo. Ciertos géneros, como ciencia-ficción,fantasía,espionaje o policiacos son los que más veces caen en estos grupos, pero no es obligatorio.