Tras de años de trabajar bajo la dirección de diferentes directores, es natural que un actor sienta que tiene ideas que podrían funcionar, y que eventualmente trate de experimentar el estar del otro lado de las cámaras. O incluso, hay algunos directores que sienten que sólo siendo ellos sus propios actores, logran la idea que tienen visualizada. Lo cierto es que, como podemos ver en esta lista, los términos medios son casi inexistentes: Cuando un actor se pone a dirigir, será un éxito rotundo, o el más estrepitoso fracaso.
Madonna: Aunque sin duda una de las mejores cantantes de la época, su trabajo como actriz ha sido bueno, pero sin llegar a ser extraordinario. Ante esa perspectiva, sus dos intentos de dirigir han sido fracasos estrepitosos. W.E. fue literalmente destrozada en varios festivales.
Clint Eastwood: Pocos creían que un actor especializado en acción podría funcionar como director, pero Eastwood dejó callados a más de uno. Con una particular sensibilidad para varios temas, es uno de los favoritos actuales de Hollywood.
Ben Stiller: Si bien su capacidad como comediante suele dividir opiniones, lo cierto es que al momento de dirigir, no ha resultado realmente bueno. Si bien con Tropic Thunder logró sacarse un poco la espina, en general su trabajo es muy poco aceptable.
Woody Allen: En un principio, su postura de director de arte lo hizo que se decidiera a actuar en las mismas películas que actuaba y dirigía, y fue esa combinación lo que le permitió esa soltura creativa que lo hizo famoso.
Juan Orol: Este director se disputa con Ed Wood el título de el peor del mundo, aunque en su caso hay que resaltar que el ser un pésimo actor le da una clara ventaja. Sus cintas son verdaderos placeres culpables.
Charles Chaplin: En los primeros años del cine, generalmente los directores no tenían mucha posibilidad de encontrar a los actores ideales para llevar sus ideas a la práctica. Chaplin lo solucionó de una forma muy directa: Siendo su propia estrella.
Kenneth Branagh: Formado en el teatro shakespeariano, este actor nunca sintió que ese transfondo nunca fue aprovechado correctamente, por lo que decidió lanzarse a dirigir, con un éxito bastante notable.
Nicolas Cage: Si algo debemos de reconocerle a Cage, es su absoluta honestidad. Después de su película Sunny, que fue un fracaso absoluto, decidió retirarse de la dirección, algo que más de uno le agradeció sinceramente.
Danny DeVito: Si bien su carrera como director no ha sido demasiado brillante, se le debe de reconocer que tiene dos excelentes creaciones en su haber, que fueron Hoffa y La Guerra de Los Roses.
George Clooney: El ha sido de los pocos que rompen la regla antes mencionada, pues su trabajo como director es bastante bueno, pero sin llegar a ser excepcional, como vemos en el hecho de que no se le recuerda ninguna producción notable, pero tampoco ha tenido que soportar un fiasco.