Los últimos informes sobre Guardianes de la Galaxia Vol 3 han estado centrados en su guion. Karen Gillan confirmó que existe un libreto para la película:
“Nuestro director ya no está con nosotros, pero estamos emocionados de continuar con los Guardianes de la Galaxia por nuestros fans. Eso es lo más importante. No tengo ni idea de qué sucederá, pero existe un guion. Puede que haya tenido un pequeño vistazo, pero no puedo decir nada”.
Y poco después un reportero, por lo que está información hay que tomarla con pinzas, decía lo siguiente sobre la emotividad de dicho guion:
“Si yo de alguna forma hubiese hablado con dos personas diferentes, quienes de alguna forma leyeron el guion de James Gunn para Guardianes 3, y ambos me dijesen que les hizo llorar, probablemente no podría decir nada más”.
En este caso continuamos hablando del director porque de momento no se ha confirmado a uno nuevo. Han sonado varios pero todavía no se ha anunciado ninguno. Ahora hablamos de Adam McKay, que ya fuera contactado por dirigir Ant-Man aunque finalmente no lo hizo. Él ha dicho esto en Happy, Sad, Confused:
"He hablado un poco con Kevin Feige".
No cuenta mucho pero sí confirma que ha tenido conversaciones por lo que es uno de los posibles directores de la película. Al mismo tiempo comenta que lo contactaron también para la serie Inhumans, cuya primera temporada no tuvo éxito.
"Hablamos sobre algunas ideas. Siempre estamos hablando. Kevin es simplemente el mejor y lo que están haciendo es increíble".
Además, el cineasta adelanta que están preparando algo para el superhéroe Nova:
"Creo que ahora están dándole vueltas".
Veremos si próximamente tenemos novedades sobre más conversaciones porque no cabe duda de que sería muy interesante que este director se uniera al proyecto. De momento, en unos días el cineasta estrenará su nueva película, El Vicepresidente: Más Allá del Poder.
El gobernador de Texas, George W. Bush, está buscando un posible vicepresidente, en caso de que gane las eecciones generales del año 2000. Su primera elección es Dick Cheney, director de la compañía Halliburton Co. quién, a pesar de mostrarse reticente, acabará aceptando. Cuando Bush sea el que acabe imponiéndose en los comicios, Cheney aprovechará su nuevo cargo, y el poder que este conlleva, para cambiar el rumbo de la Historia del país.
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Esta es la última película que ha hecho y lo cierto es que tendrá complicado superar a la anterior.
Cuando en otoño de 2008 la economía estadounidense se hundió, arrastrando tras de sí a buena parte del mundo desarrollado, a un grupo de gente no le sorprendió en absoluto. La pregunta clave era: ¿Quién se había dado cuenta del riesgo inherente a asumir que los precios del sector inmobiliario seguirían siempre al alza?
A principios de los 2000, cuatro tipos fuera del sistema de las altas finanzas predijeron la burbuja del crédito y la vivienda, y descubrieron que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno se negaban a reconocer el colapso de la economía. Entre estos bichos raros, Michael Burry (Christian Bale), amante del heavy metal y jefe de un fondo de capital y Mark Baum (Steve Carell), jefe de un fondo de riesgo al que alerta una llamada telefónica equivocada.
Su objetivo: hacer el negocio del siglo. Serán otros dos outsiders, los jóvenes inversionistas Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock), quienes implorarán al banquero Ben Rickert (Brad Pitt) su ayuda para obtener un sitio en Wall Street, y así sacar provecho de la situación. Y es que estos cuatro visionarios decidieron apostar en contra de los grandes bancos por su falta de previsión y su codicia.
Su arriesgado envite les conducirá al lado oscuro de la banca moderna, donde deben poner en duda todo y a todos. La gran apuesta pretende mostrarnos la absurda, hilarante y depresiva verdad sobre la crisis financiera global de 2008 y el lado más oscuro del sistema bancario, y cómo hubo quiénes, ante el colapso de las grandes firmas financieras, buscaron sacar tajada del incipiente caos económico.