Jeanne Moreau, llamada por Orson Welles “la mejor actriz del mundo,” icono y musa del cine galo, falleció la mañana de este lunes a los 89 años. De acuerdo con información proporcionada por múltiples medios franceses, fue encontrada sin vida por personal de la limpieza en su domicilio en París.
Nacida en la Ciudad de la Luz en 1928, fue durante sus años 20 en los que Moreau inició su carrera en teatro. Su versatilidad la llevó de la puesta en escena a la pantalla grande. En ambos rubros dirigió, realizó guiones, cantó y actuó.
El rol que le llevó al reconocimiento mundial fue como Jeanne Tournier en el drama romántico dirigido por Louis Malle, Les amants (1958), donde interpretó a una esposa de provincia que abandona a su familia por un hombre que apenas conoce. Fue gracias a este personaje, por el que a Moreau se le consideraba un sex symbol.
Sus intervenciones más destacadas en cine incluyen Elevator to the Gallows (Ascenseur per l’échafaud), también dirigida por Malle, La notte (1961), donde fue dirigida por el talentoso cineasta Michelangelo Antonioni, y cómo olvidar Jules et Jim (1962) de Francois Truffaut.
Su cuerpo de trabajo en su natal Francia, atrajo la atención del nuevo mundo, especialmente, en la industria hollywoodense, en donde colaboró con cineastas de la talla de Orson Welles –donde hizo Shakespeare y Kafka– y Luc Besson.
El drama de romance Lumière (1976), marcó su debut como guionista y directora. A ese primer intento le seguiría L’adolescente (1979) y el documental Lillian Gish (1983).
La actriz de la nueva ola francesa, ha sido la única en presidir el Festival de Cine de Cannes en dos ocasiones (1975 y 1995). Además, se hizo acreedora a múltiples premios, como el BAFTA (el equivalente al Óscar en Reino Unido), César Award (Francia), y reconocimientos en el circuito de festivales como en el Berlin Film Festival, Venice Film Festival, Cannes, Fotogramas de Plata, entre otros.
Su carrera, completa de principio a fin, se conforma de títulos franceses, películas para Hollywood, producciones independientes, telefilms y por supuesto, puestas en escena. Todas y cada una de ellas, inolvidables para quienes hayan tenido la suerte de disfrutarlas.
Su título más reciente, fue hace apenas un par de años, Le talent de mes amis, dirigida por Alex Lutz. Previo a la mencionada, pudimos observar otra sólida actuación en Une Estonienne à Paris (Una dama en París, 2012, por su título en español).
Moreau fue también musa del conocido como el “padre del surrealismo cinematográfico” Luis Buñuel, poniéndose a sus órdenes en el drama Le journal d’une femme de chambre (1964).
A la actriz le sobrevive su hijo, Jerome Richard.
En Cine3 lamentamos profundamente su pérdida. Que en paz descanse.