No hay consenso a la hora de citar el cine de Alex de la Iglesia. Es odiado y admirado a partes iguales, señal de que algo provoca en el espectador, por lo que su obra debe de ser seguida de cerca. Esta vez como productor, presentaba en Sitges 2014 la cinta Musarañas, dirigida a partes iguales por Juanfer Andrés y Esteban Roel en lo que supone su estreno como directores de un largometraje. La película, que podría definirse a grandes rasgos como el encuentro poco probable entre Missery y La Casa de Bernarda Alba, está protagonizada por nombre ilustres del Star System ibérico, como Luis Tosar, en un papel ciertamente flojo que no resalta el carácter que le suele imprimir. Como Hugo Silva, que hace las veces de un James Caan atado a una cama, pero sobre todo, Musarañas está protagonizada por una impresionante Macarena Gómez, con un papel que si bien resulta ser ciertamente histriónico, sostiene el ritmo de una película que desconocemos si presenta su montaje definitivo, pero que adolece de un guión por momentos precipitado y deshonesto con el espectador, lo cual resulta en su principal "pero" como película. No obstante, sale bien parada el envite tras desembocar en una orgía de sangre con un desenlace final que, si bien puede resultar previsible, cuaja en el momento correcto para que sorprenda.
Acompañaba a la película de Alex de la Iglesia la Young Ones, una wertern distópico dirigido por Jake Paltrow que contaba como principal reclamo con la gigantesca presencia de Michael Shannon bien acompañado por Nicholas Hoult, a los que conocemos bien en cine3.com por haber participado en Man of Steel y las series de X-Men como el general Zod y Hank/La Bestia respectivamente. Ambientada en un futuro donde el agua se ha convertido en un bien escaso, se nos narra la lucha por la superviviencia de un grupo de granjeros en un páramo yermo con una lucha generacional de fondo. Presentando muchos elementos tradicionales del Western más clásico, y mezclándolo con elementos futuristas, Young Ones resulta en una película enmarcada en 3 capítulos con un protagonista principal como agente vertebrador, y con elementos que nos traerán a la cabeza clásicos como Cimarron o la oscarizada Giant.
Seguía en la selección que ha realizado cine3.com la poco ortodoxa Creep, dirigida y guionizada por Patrick Brice. Y decimos poco ortodoxa, no sólo por el hecho de ser un Found Footage, si no también porque resulta en una cinta minimalista hecha con un presupuesto calificable como ridículo en el mejor de los casos, pero que destila mucha actitud y talento en su realización. Creep, como su propio nombre indica, resulta en la exploración del miedo en sí mismo focalizado en su principal protagista, Josef (Mark Duplass) un enfermo terminal de cáncer que quiere llevar a cabo el rodaje de su último día de vida para su hijo no nato. Alto contenido social en lo que deviene en un manifiesto sobre la amistad, la soledad, y el humano como depredador de sí mismo en una cinta que si bien presenta los defectos que suelen achacarse a este tipo de subgénero, eclosiona en unos últimos cinco minutos magníficos que dan sentido a la película al completo.
Se reservaba lo mejor de la programación para las sesiones vespertinas. El programa Eurimages, la financiación a fondo perdido que hace el Consejo de Europa de filmes procedentes de sus países miembro, daba voz a la noruega In Order of Dissapearance, de Hans Petter Molland y justificaba hasta el último Euro empleado en la película. Una historia de venganza por parte de un ciudadano modélico, que tras perder a su único hijo a manos de unos mafiosos, se emplea en una fría y concienzuda eliminación de todos aquellos relacionados con el crimen. Cabe resaltar la poderosa interpretación de sus actores, pero sobre todo, la presencia de Bruno Ganz, el "Hitler" de El Hundimiento que a pesar de contar con un pequeño papel como líder de una facción de mafiosos serbios, nos muestra todo un repertorio interpretativo. Una película magnífica, que cuenta con unos no menos magníficos exteriores (el desolado invierno del norte de Noruega) para desplegar una cinta poderosa, con elementos de humor negro donde todos los detalles están cuidados al máximo. Desde la ecualización del sonido (resulta portentoso el crujido de la nieve en contraste con el viento cuando se escucha en una sala adecuada) hasta la fotografía que culmina en un formidable tiroteo final.
Cerraba la jornada Lawless, de John Hillcoat. El director de The Road, cuenta con un elenco de artistas del más alto nivel para dar forma a una historia que entronca con Los intocables de Elliot Ness pero narrado desde el punto de vista de los fabricantes de licor en plena época de la Ley Seca. Shia LaBeouf, Tom Hardy y Jason Clarke dan vida a tres hermanos que viviendo al margen de la ley, se dedican a la destilación de bebidas alcohólicas que venden en el mercado negro en el Chicago. Una película que debería haberse estrenado en 2012, pero que no lo hizo al quebrar su productora, lo que ha privado al espectador de lo que es una formidable cinta que merecería mejor suerte. De una factura perfecta, Lawless es una película honesta con el espectador, técnicamente intachable e interpretativamente perfecta en la que podemos encontrar detalles de calidad en cualquier escena de principio a fin. Una cinta que debería ser cabecera de cualquier amante del séptimo arte y que difícilmente se explica que finalmente no consiguiera la distribución que se merece, habida cuenta de que además de los anteriormente mencionados actores, revienta la pantalla con la presencia de pesos pesados como Jessica Chastain, Gary Oldman y Mia Wasikowska. Y mucha atención a esto, porque raramente, un director consigue balancear semejante composición de actores y Hillcoat es capaz de llevarlo a cabo, moderando la presencia para que ninguno de ellos pueda alzarse sobre los demás, teniendo como resultado la que puede ser la mejor película proyectada en esta edición.
En resumen, un formidable segundo día que da a entender que el festival ha vuelto por sus fueros a base de calidad y esencia.