Cuando empece a escribir en cine3.com había iniciado con un par de escritos denominados "Anécdotas de butaca" en los que les compartía los momentos fuera de lo común o extraordinarios que he vivido en una sala de cine. En la primer entrega les comenté sobre los aplausos de toda la sala para Heath Ledger al terminar "The Dark Knight" y sobre la emoción de un chavo al ver a "Rocky Balboa" entrenando. Y finalmente en la segunda entrega les conté sobre la reaccion de un niño en el reestreno de "La Bella y la Bestia"...
...sin embargo, había dejado de escribir estas anécdotas. En parte porque no recordaba alguna otra muy especial como para publicarla y así deje en el olvido estas anécdotas, pero justo ayer al ver "El Peleador", otra cosa curiosa volvió a ocurrir. Pero antes de contarles esto, les quisiera compartir una anécdota más que acabo de recordar...y está fue con la película "Persiguiendo un Sueño" (Dreamer).
ADVERTENCIA, SPOILER: Si no han visto está película y no quisieran saber algo relacionado, abstengase de seguir leyendo.
- Si vieron la película, recordarán que al final de la misma "Dreamer" (el caballo que lleva ese nombre), tras una seria lesión logra dramaticamente ganar la carrera final. Esto ocurre en una secuencia emocionante y conmovedora. Recuerdo bien como la gente de la sala al momento de ver que Dreamer había ganado comenzó a aplaudir este triunfo. Fue como el estar presente en un hipódromo, mucha gente aplaudiendole a un caballo de carreras que no podían percibir más allá de la pantalla. Esto fue simplemente algo para recordar.
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Pero como les decía anteriormente. El día de ayer me volvió a pasar algo chistoso, otra vez, el público que fue al cine, el que asistió a la función de "El Peleador", me regalo una de esas anécdotas...para nada conmovedoras o extraordinarias como las que les he contado...pero eso si...curiosa.
ADVERTENCIA, SPOILER: Al ser una película reciente si les recomiendo que si no la han vista no sigan leyendo.
- Bien...al final de la película, Mickey Ward (Mark Walhberg) ganá la pelea y de repente unos aplausos se comenzarón a escuchar en una parte de la sala. Poco despúes termianaron y por otro lado comenzarón a aplaudir...como queriendo hacer una señal para que todos participaramos en el aplauso. Y finalmente en otra parte de la sala otros aplausos aparecieron. Sin embargo no fueron suficientes para hacer que la sala entera participara en este ehjercicio de júbilo. Yo considero que la pelpicula tuvo un final muy correcto y muy bueno, pero en lo personal, y aunque me gusto bastante, no senti el impulso de aplaudir.
Espero pronto poder traerles más anécdotas. Siempre nos encontraremos con algunos detalles curiosos, chuscos o emocinantes en una sala. Así que habrá material de sobra.