Ant-Man es el cierre de la segunda etapa del proyecto cinemático Marvel, y no cabe duda que lo hicieron con broche de oro. En ésta, vemos a un superhéroe mucho más humano que los demás que nos han presentado, en especial porque, de principio, su intención nunca fue serlo. Lacinta está llena de un humor bastante fino y bien equilibrado, que logra aligerar la trama sin quitarle dramatismo. Llama la atención el hecho de que ésta sea la primera en donde aborden el tema de las segundas generaciones de héroes, y lo hacen bastante bien. Michael Douglas nos da un Hank Pym realmente extraordinario, confrontando al héroe sobrio y conservador contra uno más impulsivo y arriesgado, y como los dos logran complementarse de manera excelente al final.
Quizá el mayor problema que tienen es con el villano, pues el Yellowjacket aparece demasiado plano y poco convincente. A pesar de tener una motivación sólida, no la vemos realmente reflejada, y al final, el protagonista se termina enfrentando contra un traje, y quien esté adentro realmente no marca ninguna diferencia.
Es muy llamativo que la problemática de Scott sea mucho más mundana que la de otros héroes, y eso logra que el espectador se identifique más con el personaje. Cassie es un personaje perfecto, que consigue hacer conexión con el espectador de inmediato, y que realmente logra que apoyemos a Lang desde un principio. En resumen, una película 100 % recomendable.