Attack The Block : Habeis aterrizado en el sitio equivocado

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Mucho se habló en la segunda mitad del año de la taquillera Super 8. La cinta de J.J. Abrams tenía la virtud, o eso se comenta, de hacer un sentido homenaje al cine de los años 80, más concretamente a la entrañable E.T. (1982) de Steven Spielberg. Si analizamos lo que dijeron los medios especializados, teníamos niños como protagonistas, planos propios del cine de serie B aquel decenio, contacto extraterrestre...

Bien, si Super 8 es un homenaje a al cine de los años 80, Attack The Block debería ser El Homenaje, escrito en mayúsculas.

Analicemoslo. Tenemos niños (incluso con bicis) interpretados por actores noveles, tenemos contacto extraterrestre, tenemos planos propios del cine ochentero... por tener, hasta tenemos criaturas que nos recuerdan enormemente a  Critters (1986). Entonces, ¿por qué Super 8 ha tenido tan enorme difusión, mientras que Attack The Block ,habiendo sido producida casi en paralelo ha pasado casi desapercibida en su primera semana en taquilla?. La respuesta, la deslizó su director, Joe Cornish en el festival de Sitges donde se presentó la película y es que la principal diferencia estriba en que mientras Super 8 tiene lugar en un barrio residencial de clase media americana, Attack The Block nos mete de lleno en la desigual sociedad británica, encarnando la resistencia a la invasión en un grupo de pandilleros de South London, o como dijo el realizador "Siempre me pregunté por qué las invasiones tienen lugar en Estados Unidos, y siempre se ven desde la óptica de su clase media".

Attack The Block
Moses interpretado por John Boyega

Centrándonos en el argumento, un grupo de gangstas que viven como pueden del menudeo, ven caer un objeto del cielo, y acuden a ver que es esperando sacar tajada del asunto. El misterio resulta ser una entidad biológica desconocida, que inmediatamente les ataca... cometiendo su último error. Los muchachos no dudan en matarlo, pensando que es un extraño perro. Lo que sigue después es una suerte de venganza por parte de los compañeros del extraterrestre que lleva a los chicos a encerrarse en un bloque semiabandonado de edificio social, y donde harán frente a la invasión.
Hay que haber visto el barrio londinense para hacerse a la idea de lo que esto supone, que no es otra cosa que introducir un elemento incómodo de denuncia social en medio de lo que no deja de ser una parodia bien dirigida. La cinta nos muestra, sin renunciar al humor, negro en cierta medida, hilarante en cualquier caso un descarnado retrato de nosotros mismos que nos empeñamos en no querer ver. Así, nos encontramos en Attack The Block un fiel reflejo de la desigual sociedad británica, con niños de familias rotas haciendo frente a un ataque extraterrestre con sus propios medios, con el pusilánime joven de familia acomodada al que el evento le sorprende saliendo de su confortable existencia para comprar marihuana, con el narcotraficante... en resumidas palabras, nos encontramos con una sociedad muy alejada de los clichés que siempre hemos tenido, y con unos héroes cuando menos inesperados. El siempre simpático Nick Frost aparece, esta vez separado de Simon Pegg interpretando un buen papel, pero esta ves difuminado bajo las soberbias interpretaciones de los muchachos entre la que destaca un John Boyega que da vida a Moses, el líder de la banda. Habrá que estar atento a este chico, porque hay que reconocer que para ser amateur, deja en evidencia la forma de hacer de estrellas ya consagradas.

La película, que recibió dos premios mayores en Sitges (el Premio del Público y la Mención Especial de Jurado) nos hará pasar un buen rato, nos hará reir, pero es posible que si trascendemos la superficialidad que nos muestra, nos haga reflexionar. Eso, sin duda, es sinónimo de un buen metraje.