Kuro shitsuji, más conocida en Occidente como Black Butler, llegó este fin de semana a las pantallas asiáticas, atrayendo la atención de los espectadores de esta zona, y haciendo a un lado los temores de los productores. Esta cinta de Kentarô Ohtan y Kei'ichi Sato es una adaptación de uno de los mangas más populares que se han lanzado, pero había sido fuertemente criticada por la decisión de trasladar la trama de la Inglaterra victoriana, que era donde se desarrollaba el original, a la época moderna. La historia gira sobre un adolescente que hace un pacto con el Diablo, obteniendo un demonio que, haciéndose pasar por su mayordomo, le ayudará a encontrar a los asesinos de sus padres, pero a cambio de su alma.
Si bien estas cintas rara vez llegan a Occidente, la reciente apertura de las salas a las cintas japonesas pudiera hacer que llegara eventualmente a las salas, pero