Black Mass, verdades incómodas a la pantalla

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Generalmente, cuando un realizador de cine se encuentra con hechos escandalosos en la vida de personas públicas, se suelen tomar dos vertientes: O se les justifica, presentándolos en una forma velada y "humanizada", o se presentan  en toda su crudeza, incluso haciéndolos más extremos de lo que realmente fueron, dependiendo de las simpatías del realizador. Black Mass es quizá uno de los filmes que evita este punto, sino que más bien se vale del hecho sólo como pretexto para hacer una fuerte crítica al sistema judicial de los Estados Unidos.

Johnny Depp vuelve a mostrar aquí su capacidad camaleónica, sacrificando incluso su atractivo en la caracterización, para presentarnos al hermano de un Senador que, literalmente, usa al FBI para hacer su trabajo sucio, ofreciéndose a testificar contra un jefe de la mafia que ha estado interfiriendo con sus propias operaciones ilegales. Basado en un hecho real, nos presenta una historia interesante, que aunque tiene sus pequeños momentos de acción - no los suficientes para calificarla dentro de este género - invita seriamente a la reflexión, en especial sobre la política estadounidense de "El menor de los males", que lleva a su sistema judicial a extremos como el que se toca aquí. Sumamente recomendable, así que hay que estar atentos a su estreno.