Cuando uno se encuentra con una secuela, generalmente espera cuando menos un mínimo de relación con la primera versión. En el caso de The Boogeyman 2 – que por cierto fue lanzada directamente a video – nos encontramos con poca o ninguna relación con la original, excepto que el nombre del ser es el mismo. Básicamente, es otro slash film, que si bien tiene sus momentos, y con un fin realmente inesperado, no nos ofrece nada que pudiera ser totalmente novedoso.
Si bien Raimi se encuentra tras de la producción, en ningún momento llegamos a ver su toque, que posiblemente le hubiera dado a la cinta ese extra que necesitaba.