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Durante mucho tiempo se atribuyó a D. W. Griffith la invención del primer plano y la edición, no era verdad. Lo que sí legó al arte cinematográfico fue captar el viento en los arboles.
En La cámara lúcida el filosofo francés Roland Barthes introduce el término 'punctum' para señalar la fascinación, la emotividad que provoca una imagen en el espectador. Se da siempre dentro de un encuentro azaroso, nunca premeditado. Es lo que se ve, pero que el fotógrafo no vio en el momento de tomar la fotografía. Bien, eso tenían las películas de D. W. Griffith.
En su película Las dos tormentas, de 1920, en el minuto 41:37, la delicadeza de Lillian Gish se corresponde con la delicadeza de la luz y la suavidad de la imagen, aunque no estuviera planeado. Más adelante, en 2:15: 27, en una escena rodada en el deshielo de un río, el director tampoco planeó que el brazo de Gish arrastrara el hielo de una placa contigua, fue un momento muy realista.
Griffith trabajaba con el director de fotografía Billy Bitzer. A Bitzer no le gustaba el borde recto del plano, por lo que coloco un filtro que oscurecía las esquinas. Usaban una imagen suave y una luz trasera que enmarcaba a los actores y los destacaba del fondo. Esto fue tomado por otros cineastas, marcando una generación.
La mancuerna de Griffith y Bitzer se repitió en varias otras películas, pero donde más influyó la delicadeza de su talento fue en la engañosa obra sobre la historia de Estados Unidos que promovió el racismo: El nacimiento de una nación, de 1915. La guerra de secesión es vista como una lucha del bien (el ejercito sureño) contra el mal (el ejercito del norte conformado por soldados negros).
Cuando los protagonistas son atacados por soldados negros en su propia casa, el Ku Klux Klan llega al rescate. El Ku Klux Klan se había disuelto en 1869, para 1925 tenían 4 millones de miembros.
Un año después Griffit se inspiró en la obra de Giovanni Pastrone, Cabiria de 1914, para crear Intolerancia, película de 1916 que trataba el tema de la intolerancia durante la antigua Babilonia, también durante la vida de Jesús de Nazareno, en la matanza de San Bartolome en la edad media, y en su propia época. Las historias se intercalaron, el corte de plano ya no sólo podía usarse para significar después o mientras tanto, ahora servía para mostrar un mismo rasgo en diferentes momentos de la historia.
Los escandinavos hicieron del cine el arte de la luz, el montaje reflejaba experiencias fragmentadas de la vida, un bosque de acebo imaginario sirvió para construir un imperio, se crearon estrellas de carne y hueso. Parecía que el cine no podría llegar más lejos, sin embargo, apenas comenzaba.