Por @carolinnatas
Ambientada en Brooklyn durante la era de la Guerra Fría, ‘Puente de Espías’ ('Bridge of Spies') es una historia inspirada en eventos reales acerca de un exitoso abogado de seguros, James Donovan (Tom Hanks), a quien se le asigna el caso para defender a un espía ruso, Rudolf Abel (Mark Rylance). Un verdadero patriota y abogado idealista, James recibió malas caras de sus colegas por sus esfuerzos profesionales en el caso. Pronto, su ideología lo guiará a la peligrosa tarea de rescatar a un piloto estadounidense de manos de los soviéticos, lo que supone un sensible movimiento entre dos naciones en conflicto.
El más reciente filme de Steven Spielberg, da comienzo con una propuesta que nos recuerda el buen artesano que es. En la secuencia de inicio, nos muestra a varios agentes del FBI que siguen a Abel, -un sospechoso agente soviético- a través del metro, parques, y calles de Brooklyn, antes que finalmente lleguen a catear su departamento y arrestarlo por cargos de traición y espionaje.
Más de uno esperaba que el director siguiera con esa cerrada dinámica de suspenso, pero, cambia el ritmo para presentar al protagonista de la cinta (Hanks). Desarrollándose en dos mitades distintas, la primera nos muestra a Donovan dar a Abel una sólida defensa, presentando un argumento de peso al juez respecto al por qué su cliente no debería ser mandado a la silla eléctrica. En lo que parece narrativamente la misma línea de tiempo que el propio juicio, el piloto de U-2 Francis Gary Powers (Austin Stowell), es seleccionado como parte de un grupo élite para participar en una misión ultra secreta que consiste en tomar fotografías aéreas de instalaciones militares dentro de la Unión Soviética. Consecuencia de eso, Powers es capturado por los rusos después que su avión es derribado. Por otro lado, no es mucho tiempo después de ese episodio, que el muro de Berlín se levantaría, y donde el estudiante estadounidense Richard Pryor (Will Rogers) sería detenido por alemanes del Este al encontrarse del lado equivocado.
Y así, en la segunda mitad, Donovan es reclutado por la CIA para llegar a un acuerdo con los soviéticos para recuperar a Powers en lo que sería un intercambio por Abel. Sin embargo, Donovan decide por iniciativa propia, trabajar una resolución por liberar al mismo tiempo a Pryor también. El abogado realiza múltiples viajes a través del muro de Berlín para negociar acuerdos por separado con un agente de la KGB por Powers y un muy bien conocido abogado alemán, Vogel (Sebastian Koch) por el estudiante Pryor.
Todo culmina en el puente de Glienicke que une Berlín Oeste con Potsdam, a partir del cual la cinta toma su nombre. En lugar de jugar con los hechos del caso, Spielberg opta por centrarse en el poco probable y modesto héroe, los elevados principios y equidad de quien –como los post créditos muestran- sería llamado a formar parte fundamental en la negociación con Fidel Castro en la ‘Invasión de Bahía de Cochinos’. Aun así, el cineasta no enfatiza estos ideales para hacer de Donovan un ícono; en lugar de eso, lo muestra haciendo lo correcto en cada momento. Es un rol que queda perfecto en Hanks, en la que es su cuarta colaboración con Spielberg.
Eliminando cualquier indicio de santurronería, Hanks se coloca en la cima con una actuación cálida y generosa, con aire extra de humanidad para caracterizar al novato que, a pesar de encontrarse lejos de su experiencia dentro del contexto de espionaje, sigue su conciencia y valores para emerger como alguien admirable. Hanks hace que todo parezca natural, pero para que no lo demos por hecho, se requiere a un actor formidable para interpretar a un personaje con humor seco y mucho intelecto. Y por lo menos por un buen tercio de la película, Hanks está emparejado con el veterano actor Mark Rylance, cuyo desempeño discreto como Abel es una clase magistral por sí mismo. Durante los 141 minutos de duración no tenemos alguna duda que estamos entre profesionales experimentados, además de Hanks y Spielberg, el cinematógrafo Janusz Kaminski –colaborador del cineasta desde hace mucho tiempo-logra una atmósfera lujosa con su selección de tonos. Ya sea como un drama basado en hechos reales o como un estudio de carácter detallado, estamos frente a la mejor cinta de Spielberg en años que bien podría recibir atención del Óscar el próximo año.
Trabajando el guion -escrito por Ethan y Joel Coen-, Spielberg monta un espléndido relato del justo triunfo del perdedor esperado a su estilo de ‘vieja escuela’. Se trata de una cinta que deja buen sabor de boca en todo sentido de la palabra, no sólo por celebrar los logros de Donovan, sino al honrar al hombre que defendió los principios de la Constitución, sin importarle la desaprobación de todos los demás.
‘Bridge of Spies’ se coloca fácilmente como uno de los mejores filmes de Steven Spielberg en años recientes, siendo este drama de la Guerra Fría una clase magistral al viejo estilo de Hollywood.
FICHA TÉCNICA
Título: Puente de Espías (Bridge of Spies)
Dirección: Steven Spielberg
Guion: Matt Charman, Ethan Coen, Joel Coen
Reparto: Tom Hanks, Mark Rylance, Alan Alda, Amy Ryan, Austin Stowell, Will Rogers, Sebastian Koch
Género: Drama
Duración: 141 minutos
Año: 2015
País: Estados Unidos
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: Thomas Newman
Distribuidora: Fox México
Fecha de estreno: 23 de octubre de 2015