Uno de los mejores capítulos que han salido hasta ahorita. En esta edición ya las cosas comienzan a sonar como a uno le gusta, un twist en la historia de la ladrona de ropa interior, la presión de la coronela ante las salidas de la colombiana (y su escape) y como la hija de la directora de Capadocia, Andrea la cual junto con el amante de Teresa Lagos (Daniel) ya los ve hasta en la sopa (literalmente).
Todo comienza con una pareja en un Sanborns peleando porque el novio no tiene tiempo para estar con la novia, bueno no es una novia en sí, sino su segundo frente. Esta le reclama que no hay tiempo pero rápidamente se calla cuando escucha que el noviecito ya está planeando los papeles para el divorcio. Con esto, la nena queda fascinada hasta que el susodicho tiene que irse de vuelta a la chamba. Deciden volverse a ver en el Sanborns una vez que termine la jornada el tipo.
Teresa Lagos tiene una cena familiar a lo cual nadie quiere ir a cenar con ella. Andrea como siempre anda quejándose como acostumbra una adolescente de casi 18 años y para ponerle una piedrita más en los tacones, el amante que tiene, el dichoso Daniel, la secuestra en su coche para llevársela a un viaje romántico, no necesito decirles que ella lo manda a volar mientras se lanza a la chamba.
Mientras Lorena Guerra no tiene un buen día, el jefe de la difunta estaba bien conectado con el juez y le metieron una refundidota de 40 años por lo cual el marido anda todo indignado de que lo engañaron y le quitaron el dinero para que su esposa saliera. Lorena mientras tanto, ya decidió rendirse ante la justicia a la Mexicana y se mete en una depresión de aquellas. De esas que solo se pueden acompañar con un tequila y una mesa de madera.
Mientras en la historia de la noviecita, se lanza a un Sears a robarse la ropa interior de ese establecimiento, lamentablemente es cachada por un guardia de seguridad que no sólo le quita la ropa robada, la obliga que le haga sexo oral y la manda al ministerio público.
Como nota especial, la Bambi está llegando a capadocia bien feliz y al ver a la Colombiana hasta los ojos le brillan bien bonito, es raro ver a Bambi sonreír pero alguna vez han visto a un niño cuando es día de Reyes Magos y le toca abrir los regalos?. Han visto esa mirada de "ya me rifé!", pues esa mirada fué la que le echo a la Colombiana, esta en cambio puso mirada de "Me carga el payaso".
Lo mejor del capítulo está en la segunda parte, donde la Colombiana va con el político que se la chuta la mayoría de las noches y comienza una escena de masturbación bien pero bien real, de hecho no rayamos en lo porno nomás porque faltó la musiquita del pizzero y la niña que no tiene para pagarle, pero si le quitamos la música de Ópera y le ponemos esa, a fuerzas que sale en youporn. Yo creí que la Colombiana hasta le había hecho un paro cardiaco al vetarrito de lo intenso que estuvo.
Pero lo más perrón fué cuando logra escaparse, sobre todo porque motivos si tenía, eso de que la Bambi ande tras sus huesitos no le agradaba pero nadita.
La escena de la cena donde Teresa Lagos ve a Daniel con su hijita de 17 años no le cayo pero si nadita bien, por eso la escena del baño da un gusto impresionante, y es que ya era hora. Mi mayor crítica era que Teresa era un dulce y al mismo tiempo una directora de la cárcel más moderna del país, eso nomás hacia que uno hiciera corto. Pero al verla ya sacar las garras, me gusta como se pone de mal humor. Espero realmente que de aquí en adelante saque esa muestra de líder alfa que se necesita para manejar una carcel y a un amante menor que ella.
El final del capítulo, no se los digo, pero estuvo muy bien que hubiera una conclusión al menos en una de las historias y que las demás anduvieran en su climax. Realmente de lo mejor en lo que va la serie.
[rating:5/5]