Catherine Deneuve pide disculpas a las víctimas de abusos sexuales

| |

Hace menos de una semana, publicábamos un texto lanzado por un colectivo de artistas francesas por la libertad sexual. Entre ellas, está la actriz Catherine Deneuve, que estos días ha pedido disculpas a aquellas mujeres que haya podido molestar dicho texto, que cuenta con frases como las siguientes:

"Como mujeres, no nos reconocemos en un feminismo que, más allá de denunciar los abusos de poder, se viste de odio a los hombres y la sexualidad. Creemos que la libertad de rechazar una propuesta sexual va unida con la libertad de importunar".

La actriz publica ahora la siguiente carta pidiendo disculpas y matizando sus palabras.

"Efectivamente, firmé la petición publicada en el diario Le Monde, titulada “Nosotras defendemos una libertad…”. Un texto que ha generado numerosas respuestas, necesitadas de ciertas precisiones.

Sí, amo la libertad. No me gusta nada esa característica de nuestra época en la que cualquiera se siente con el derecho de juzgar, de arbitrar, de condenar. Una época donde simples acusaciones en redes sociales generan castigos, dimisiones y, a menudo, linchamientos mediáticos. Un actor puede ser borrado digitalmente de una película o el director de una gran institución neoyorquina puede ser llevado a dimitir por haber puesto la mano sobre unas nalgas hace 30 años, sin que haya ninguna otra clase de juicio. Yo no disculpo a nadie. No decido sobre la culpabilidad de esos hombres porque no estoy cualificada para ello. Y pocos lo están.

No, no me gustan nada esos actos en manada, tan comunes hoy en día. De ahí mis reservas en octubre con el hashtag #Balancetonporc [delata a tu cerdo].

No soy ingenua, hay muchos más hombres que mujeres proclives a estos comportamientos. ¿Pero de qué modo ese hashtag no es una invitación a denunciar? ¿Quién puede asegurarme que no habrá manipulaciones o golpes bajos? ¿Que no habrá suicididos de inocentes? Debemos vivir todos juntos, sin ‘cerdos’ ni ‘zorras’. Lo confieso, el texto “Nosotras defendemos una libertad…” me pareció vigoroso, si no del todo correcto.

Sí, firmé la petición, y, sin embargo, hoy me parece absolutamente necesario señalar mi desacuerdo con la manera en que ciertas firmantes se han otorgado individualmente el derecho a difundirse en los medios de comunicación, desnaturalizando el espíritu mismo del texto. Decir por televisión que podemos disfrutar de una violación es peor que escupir en los ojos a todas aquellas que han sufrido el crimen. Esas palabras no solo sugieren a aquellos que están acostumbrados a emplear la fuerza o usar la sexualidad para destruir que no es algo tan grave, sino que al final la víctima disfruta. Pero cuando se firma un manifiesto que compromete a otras personas hay que contenerse, evitar dar rienda suelta a la propia incontinencia verbal. Es indigno. Y, obviamente, nada en el texto pretende decir que el acoso sea bueno; de lo contrario, no lo habría firmado.

Soy actriz desde que tenía 17 años. Por supuesto, podría decir que he sido testigo de situaciones más que indelicadas, o que otras actrices me han contado que los cineastas han abusado cobardemente de su poder. Simplemente, no es mi papel hablar en lugar de mis compañeras. Lo que crea situaciones traumáticas e insostenibles es siempre el poder, la posición jerárquica o una forma de dominio. La trampa se cierra cuando resulta imposible decir que no sin arriesgar el trabajo, o sufrir humillaciones y sarcasmos degradantes. Por lo tanto, creo que la solución vendrá de la educación de nuestros niños y niñas. Pero posiblemente también de protocolos en las empresas, que se actúe de inmediato cuando haya acoso. Creo en la justicia.

Finalmente, firmé ese texto por una razón que, a mi juicio, es esencial: el peligro a la purga en las artes. ¿Quemaremos a Sade en la Pléiade? ¿Borraremos los lienzos de Leonardo da Vinci por ser un artista pedófilo? ¿Quitaremos a Gauguin de los museos? ¿Destruiremos los dibujos de Egon Schiele? ¿Prohibiremos los discos de Phil Spector? Este clima de censura me deja sin palabras y preocupada por el futuro de nuestras sociedades.

Se me critica por no ser feminista. ¿Debo recordar que fui una de las ‘343 zorras’, como Marguerite Duras y Françoise Sagan, que firmamos el manifiesto a favor del aborto escrito por Simone de Beauvoir? En aquel momento el aborto se castigaba con enjuicimianto penal y cárcel. Es por eso que me gustaría decir a los conservadores, racistas y tradicionalistas de todo tipo que han considerado estratégico darme su apoyo que no me engañan. No tendrán ni mi gratitud ni mi amistad, al contrario. Soy una mujer libre y lo seguiré siendo. Saludo fraternalmente a todas las víctimas de actos odiosos que puedan haberse sentido agredidas por el texto publicado en Le Monde. Es a ellas, y solamente a ellas, a quienes les pido disculpas".

Fuente: Cinemanía