Charles Manson, el asesino del 12

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Nada mejor para iniciar la semana de Halloween que combinando historias de terror verdaderas con asuntos esotéricos.  El Universal publica hoy una nota haciendo notar la recurrente presencia del número 12 en la vida del sicópata real más conocido para la cultura popular: Charles Manson, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de la entonces esposa de Roman Polansky, Sharon Tate - quien estaba embarazada-  y otras cuatro personas, de manera por demás violenta y espeluznante.

Resulta que de acuerdo a la nota, Manson  nació un 12 de octubre - está por cumplir 74 años-, fue arrestado un 12 de noviembre y en el 2012 podrá pedir nuevamente revisión de su caso para obtener libertad condicional, siendo además con ésta, la doceava vez que la pide.

El punto es que Manson, su vida y horrendos crímenes ejercen una extraña fascinación sobre las personas, un interés morboso por saber más cosas acerca del sicópata vivo más famoso de la historia. El papel de los medios en este aspecto ha sido determinante desde los asesinatos de 1969, porque se le dió una desmedida cobertura a todo el proceso del juicio, que estuvo plagado de shows mediáticos por parte de la banda de asesinos.  A veces las chicas acusadas llegaban cantando o vestidas de colegialas, se rapaban el pelo y cosas así.

Manson además era díficil de clasificar -¿líder de una secta, revolucionario, satánico?- porque vendió en su momento los tres discursos, los cuales recontruían la historia de lo sucedido de distintas maneras: como revolucionario destacó que por eso solo mataba personas ricas, cerdos que se enriquecían a costa de los demás. Como satánico se le vinculó a Anton Sandor Lavey, sacerdote de la única iglesia satanista registrada que existe en el mundo. Se dice que Lavey asesoró a Polansky para filmar el Bebé de Rosemary y que el asesinato de su esposa es producto de una venganza por desacuerdos entre ambos. Como líder de una secta se dijo que vivía con la llamada familia como si fuera un comuna, donde todos debían obedecerle ciegamente, al estilo de otros casos de líderes mesiánicos.

Pero al parecer la frase que mejor lo define es aquella que él mismo usa en una de sus famosas entrevistas concedidas a la televisión: Sólo denme tiempo y terminaré por matarlos a todos. No,  pues que miedo...ojalá le nieguen la libertad condicional ¿no?