Cinco de las mejores películas para ver este Día de Muertos

| | , ,

El Día de Muertos es una celebración que mezcla la tradición de origen mesoamericano que honra a los difuntos, y las celebraciones católicas del Día de todos los santos y del Día de los fieles difuntos, que se celebran los días 1 y 2 de noviembre.

Con la colonización española en el siglo XVI, resultó más fácil mezclar las tradiciones europeas con las del nuevo mundo, con el fin de convertir a los oriundos al cristianismo, por lo cual hicieron coincidir las festividades católicas con el festival mesoamericano que se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, en nuestro calendario al iniciar agosto.

En el Día de muertos, los mexicanos celebramos a nuestros difuntos ya sea visitándolos en los panteones o colocando altares en nuestros hogares, con el fin de que las almas de los seres queridos puedan venir del más allá y visitar a su familia. A diferencia de la celebración de Halloween, la nuestra es una tradición de reencuentro. Los muertos no son una amenaza, sino un consuelo.

Cada uno de los elementos utilizados para ofrendar a nuestros muertos tiene un significado. Sería interesante que, en lugar de acudir a internet para descubrirlo, pudieras preguntar a padres y abuelos qué significan las calaveras de dulce, el pan de muerto, las flores de cempaxúchitl, los doce cirios, el papel picado, la vara de tejocote, etcétera.

A diferencia de Halloween, el Día de muertos no ha sido una fuente de inspiración tan prolija para los cineastas, sin embargo, las pocas películas con las que contamos han retratado los diversos ángulos de la tradición, ya sea haciendo alusión a las creencias sobrenaturales de manera casi poética, o ya sea en forma cruda reflejándonos la idiosincrasia propia del mexicano, que aún inmerso en la tradición, desconoce su origen, pero la festeja. Te dejamos entonces con nuestra recomendación de películas para festejar este Día de muertos.

 

5- Hasta los huesos

hasta-los-huesos

 

Hasta los huesos es un cortometraje de 12 minutos publicado en 2001, animado con figuras de plastilina y escrito, producido, dirigido y animado por René Castillo. En la producción le acompaña Alejandra Guevara, y en la animación, Luis Téllez. Los pocos sonidos que se escuchan del muerto están a cargo de Bruno Bichir; en la música se encuentra Café Tacuba, y la voz que se escucha salir de la Catrina, es de Eugenia León.

En el corto, se trata el tema de la muerte a través de la experiencia de un hombre que acaba de fallecer, y luego de ser enterrado, desciende a una dimensión donde es recibido por un gusano en una fiesta mexicana. Aunque al principio parece no estar conforme y se muestra temeroso, después de escuchar la canción Llorona, interpretada por la mismísima Catrina, parece comprender que debe adaptarse a su nueva circunstancia.

 

4- Los amantes fríos

los-amantes-frios

 

Película de 1977 dirigida por Julián Soler, con el guión de Hugo Argüelles y un reparto multiestelar. Está compuesta por tres cuentos, el primero de ellos, El soplador de vidrio, muestra la imprudencia en que esta hundido nuestro pueblo, al grado de poner en riesgo a nuestros seres queridos sólo para lograr un objetivo.

Hilario (Ignacio López Tarso) tiene su taller de vidrio a unos pocos metros de la cocina, donde su esposa Evodia (Aurora Clavel) sufre un accidente y da un grito tan estruendoso que provoca el descuido de su esposo, quien termina con una figura deforme.

A su comprador, Don Marcial (Guillermo Álvarez Bianchi) le gusta tanto la figura que pide a Hilario 30 unidades. A raíz de eso, Hilario se dedicará a poner trampas a su esposa para causar sus alaridos y conseguir la deformación de sus piezas de vidrio.

El difunto al pozo y la viuda al gozo es el segundo cuento de Argüelles, donde Jacinta (Pilar Pellicer) luego de quedar viuda, recibe la ayuda de su compadre Liborio (Antonio Zamora) para velar al difunto Marcolino (Alejandro Suárez) y termina aceptando… algo más.

El tercer cuento es el que da nombre a la película: Los amantes fríos, que relata la desavenencia entre Eustolia (Lilia Michel) recientemente viuda y Librado (Jorge Martínez de Hoyos) un hombre que va a visitar la tumba de su hija al panteón. La viuda insiste en que el lote donde el hombre dice tener enterrada a su hija es de su propiedad, pero tendrá que esperar a resolver el problema para poder enterrar a su marido.

 

3- ¡Mátenme, porque me muero!

matenme-porque-me-muero

Comedia de humor negro de 1951, protagonizada por German Valdés “Tin-Tan” bajo la dirección de Ismael Rodríguez. Adaptada de la novela de Enrique Jardiel Poncela por Pedro de Urdimalas y el propio Ismael Rodríguez, cuenta las peripecias de un grupo de ambiciosos conocidos de Tin-Tan para quedarse con la fortuna que ganó jugando a la lotería.

Su primer plan para lograrlo es hacerle creer que tiene una enfermedad incurable (cáncer de oquis) y lo convencen que lo mejor es suicidarse, cuando fracasa en sus varios intentos, el plan B será el asesinato.

 

2- Día de difuntos (Los hijos de la guayaba)

dia-de-difuntos

Película mexicana de 1988, con el guión y la dirección de Luis Alcoriza. Una de las pocas cintas de la época de “ficheras”, donde se mezcla el drama y la comedia de manera tan atinada que termina siendo una fuerte crítica a la idiosincrasia del mexicano ante lo que debería ser sagrado. Se pretende honrar a los difuntos, pero lo que es una celebración sacra, termina en conductas tan mundanas como la burla, la corrupción y la violencia.

Personajes diversos de la fauna mexicana convergen en un panteón el Día de muertos, el licenciado Talamantes (Fernando Luján), el poeta (Ernesto Gómez Cruz), el “profesor” (Adalberto Martínez), el zapatero Zacarías (Manuel Ibáñez) y su esposa (María Rojo), el plomero Baltazar (Pedro Weber) y su esposa, dueña de una fonda (Eugenia Avendaño). Pedro el peluquero (Sergio Ramos), su esposa embarazada (Carmen Salinas) y la joven y celosa pareja (Leticia Perdigón y Edgardo Gazcón).

Bajo el influjo del alcohol que pasaron de contrabando, comienzan a discutir sobre temas que no conocen, pero en los que todos se creen expertos y se ofenden si no se les da la razón, se convierten en especialistas en política, hacen una ciencia de sus oficios, se violentan cuando su razón no da para más, y terminan por hacerse hermanos cuando no tienen ni un día de conocerse.

 

1- Macario

macario

Difícilmente alguien que guste del cine puede ignorar la existencia de ésta película, que en su momento fue exhibida en varias partes del mundo y fue nominada al Oscar a Mejor película extranjera Así que, más que una recomendación, su inclusión en esta lista es una llamada de atención para quien aún no se haya dado la oportunidad de verla. Macario es una película de 1960 basada en una novela corta de B. Traven, dirigida por Roberto Gavaldón y protagonizada por Ignacio López Tarso y Enrique Lucero.

En la víspera del Día de muertos, en un pueblito colonial de la Nueva España del siglo XVIII, un campesino, Macario (Ignacio López Tarso), harto de la pobreza en que vive junto a su esposa e hijos, desea más que nada en el mundo, poder comer un guajolote entero sin compartirlo con su familia. La esposa en un arrebato de empatía con el hombre que ama, consigue animal para que su esposo pueda darse el gusto.

Para que Macario pueda comer apartado de la culpa por no compartir su banquete, su mujer le insta a ocultarse en el cerro. Pero antes de poder probar bocado, es interrumpido por el Diablo (José Gálvez) quien le ofrece bienes a cambio de compartir su comida. Sin mayor ambición que consumir su alimento, Macario rechaza la oferta y cuando se dispone a continuar, Dios (José Luis Jiménez) se hace presente y pide humildemente comparta su comida.

Tampoco esta vez accede Macario, pues sabe que Dios sólo le concede la oportunidad de realizar una buena obra, que en realidad es innecesaria, pues Dios es dueño de todo. Por ultimo aparece la Muerte (Enrique Lucero), que vestido con sarape, sombrero de palma y calzón de manta y una apariencia raquítica, dice a Macario que tiene miles de años sin comer.

Macario accede, pero lo que parecía un acto de bondad se revela como una chispa de inteligencia que le concederá tiempo y oportunidad. Macario acepta ante la Muerte, que le ha convidado para poder comer ganar tiempo antes que se lo lleve y tener la oportunidad de comer al menos la mitad mientras la muerte come la suya.

Su astucia le gana la amistad de la Muerte, y con ella un regalo que permitirá a Macario curar a los enfermos siempre y cuando la Muerte lo permita. Con el don vienen la fama y la fortuna, pero también el desasosiego que exige el cuidado de las posesiones.

Aunque ambientada en el México del Virreinato, la forma en que se trata el tema de la muerte y la pobreza es universal. La condensación entre la religión impuesta por los colonizadores y las creencias prehispánicas que dan forma a la celebración conocida como Día de muertos, es representada de forma velada, pero indudablemente en esta joya del cine mundial.