En esta vida, todo tiene sus altas y sus bajas. Así como existen muchas cintas que han recaudado millones de dólares, volviéndose clásicos en cuestión de días, otras han fracasado estrepitosamente. Y lo peor de todo, es que ni siquiera tienen el consuelo de haber sido olvidadas, sino que se sigue hablando de ellas como las peores.
En algunos casos, algunos fracasos de taquilla han sido revalorados, convirtiéndose en cintas de culto. Desafortunadamente para estas, no ha sido su caso. Y del mismo modo, son la muestra de que ni personajes populares, o actores reconocidos, son garantía de éxito en pantalla.
Pixeles
Esta cinta busco capitalizar el renovado interés que surgió en esos años, adaptando un corto bastante interesante. Fue la misma comunidad gamer la que hizo las peores críticas, volviéndola un frácaso en taquilla.
El Llanero Solitario
Muchos de los fans del personaje recibieron con mucho entusiasmo el anuncio de esta producción, pero según surgieron los primeros avances, el interés se fue enfriando. Ni siquiera la presencia de Johnny Depp, en aquel entonces un gancho de taquilla, pudo rescatarlo.
Los Cuatro Fantásticos
En pleno éxito de las cintas del MCU, el adaptar al cine uno de los equipos más icónicos de esta empresa parecía un excelente idea. Sin, embargo, el usar una versión poco conocida - El Universo Ultimate - además de caer en la moda incluyente de esos años, lograron una combinación que ni siquiera los más fieles seguidores del equipo aceptaron.
Mundo Acuático
En su momento, esta cinta se anunció como una de las superproducciones más ambiciosas del momento, y la campaña publicitaria fue espectacular. Pero literalmente, las críticas de la primera semana - tanto de fans como de los medios - la convirtieron en uno de los fracasos más sonados de taquilla.
Battlefield Earth
La cinta prometía ser no sólo una gran superproducción de ciencia ficción, sino una dura crítica a la codicia empresarial contra la naturaleza, pero una pésima producción la convirtieron en un completo fracaso, a lo que contribuyó mucho la obsesión de Travolta por volverla una cinta propagandìstica.