Cinco secuelas que han quedado en el limbo

En la actualidad, una forma segura de mantener cautivo (embaucar, si somos más severos en los términos) a los espectadores es filmar adaptaciones, remakes y secuelas. En el caso de estas últimas, siquiera, a veces, interviene que la primera película haya tenido un éxito desmesurado o una calidad mínima. Por ejemplo, la comedia Buenos Vecinos, con Zack Efron y Rose Byrne, consiguió su segunda parte, a pesar de ser un filme soso, de insufribles gags y con un insoportable Seth Rogen que, a estas alturas, se duda que haya conseguido hacer reír a un ser vivo en la faz de la Tierra.

A pesar de este acto reflejo de la industria hollywoodense, hay algunas películas que sufren la mala suerte de que sus nuevas entregas se queden en el limbo, a pesar de haberse asegurado su producción. A continuación, enlistaré cinco casos significativos.

1. Sherlock Holmes 3

Aunque por 1992 había demostrado talento con su interpretación de Chaplin, Robert Downey Jr. compró su boleto a la inmortalidad en Hollywood con Iron Man, el personaje con que surgió eso que ahora llaman el Universo Extendido de Marvel en el cine, y que como consecuencia atrajo la atención de Warner Bros. y de DC, para crear el suyo propio (lo que convertiría a Downey Jr. en el anticristo, según González Iñárritu).

En la pausa entre la primera y segunda parte de Iron Man, el actor intervino en la adaptación de Sherlock Holmes, dirigida por Guy Ritchie. Esta versión logró que se actualizará frente a las nuevas generaciones al detective de Baker Street, sin que se perdiera un ápice el espíritu del personaje creado por Sir Conan Doyle. Se originan a partir de ésta series como Elementary o Sherlock y la adaptación fílmica protagonizada por Ian Mackellen en el 2015. El final de Juego de Sombras dejaba más que abierta la posibilidad de una tercera entrega (cuando Conan Doyle intentó matar a su famoso personaje, lo hizo caer con Moriarty de un precipicio; cuando lo revivió por exigencia de sus lectores, el primer villano que enfrentó fue Sebastian Moran, quien escapa al final de la segunda película). Sin embargo, los compromisos de Downey Jr. la han postergado indefinidamente. Según Alejandro Cusa de TNT, el actor afirma que se empezaría su filmación antes de terminar el 2016.

2. Cloverfield 2

Dejar todo a la libre interpretación en una historia no siempre implica que el director quiera que el espectador se comprometa al máximo; significa que no hay recursos para bien narrar una historia. J. J. Abrahams en sus apuestas más personales, como Lost, suele tejer la tensión y el suspenso de sus guiones con base en amenazas de las cuales no sabemos su intención o casualidad. En la serie de marras, esto resulta en un recurso para alargar vanamente una serie cuyo final es una obscena tomadura de cabello. En Cloverfield, aunque no deja de ser un recurso muy básico, la cámara en primera persona nos introduce al entorno de incertidumbre y zozobra de los personajes; aunado a un atemorizante diseño del monstruo (un ser recién nacido cuya estructura craneal se asemeja a la de un pitbull y cuyo cuerpo es como el de un mono) y a un universo creado alrededor de la película con historietas que explican el origen de la bestia, la legión de fanáticos esperaba la segunda parte.

Mucho se especuló sobre su trama: si sería la misma que la primera, pero contada desde la grabación de otra cámara, si el monstruo atacaría otra ciudad importante, como París. Lo cierto es que pasaron los años y J. J. Abrahams fue enrolado a Stark Trek y a la franquicia de Star Wars, lo que hacía pensar que varios de sus proyectos estaban condenados al olvido. Hace unos meses se estrenó Avenida Cloverfield 10 que se ha denominado como “secuela espiritual” del filme del monstruo gigante, y que, en efecto, sólo comparten la forma de crear suspenso a partir de la incertidumbre de no saber en gran parte de la historia cuál es la amenaza que aqueja a los personajes. En Enterteiment Weekly, en mayo del 2016, el director aseguró tener una idea para una tercera película, en esa misma línea “espiritual”. En conclusión, difícilmente se materializará una secuela.

3. Hellboy 3

A pesar de ser uno de los directores más inventivos e ingeniosos del cine hollywoodense, una maldición se cierne sobre Guillermo del Toro (o la mera desconfianza de las productoras cinematográficas porque no es un director taquillero): muchos de sus proyectos más ambiciosos se han cancelado.

Desde La Liga Oscura de la Justicia, hasta la adaptación del libro de Lovecraft, En las Montañas de la Locura —que ante la cancelación de Universal, ahora produciría Legendary Pictures hasta el 2017— muchos demonios y quimeras se han quedado enjaulados en la mente del cineasta jalisciense. La tercera entrega de la franquicia del demonio creado por Mike Mignola sufrirá, si no pasa algo extraordinario, la misma suerte. Ron Pearlman, quien en su cuenta de Twitter hizo una campaña para que los fanáticos se manifestaran a favor de la filmación de ésta, ha dicho en una entrevista que le hicieron en la FICG 2016:

A estas alturas ya me atrevo a decir que probablemente nunca suceda.

4. Titanes del Pacífico 2

Otra de del Toro. Aquí retoma el género de mechas y kaijús, para contar la historia de unos seres de otra dimensión, parientes de los dinosaurios, que intentan desaparecer a la raza humana. La última línea de defensa son los jaegers, robots de cerca de 80 metros operados por dos pilotos, los cuales deben establecer un enlace neuronal basado en los recuerdos. Es de admirar la pasión creativa de Guillermo del Toro, aquí desbordada como la de un niño al cual le faltan los colores y las figuras geométricas para darle forma a lo que tiene en su imaginación.

Con un score épico, que incluye la guitarra potente de Tom Morello, la idea de una segunda parte parecería sepultada, ante los resultados de taquilla en el estreno que la colocaron debajo de Son como niños 2 (retomando el tema de comedias malas con segundas, y hasta terceras partes). Sin embargo, incluso a pesar de los rumores de una cancelación definitiva, Titanes del Pacífico 2 ya tiene como fecha de estreno el 23 de febrero de 2018 en Estados Unidos y contará la historia del hijo de Stacker Pentecost (Idris Elba). Guillermo del Toro sólo fungiría como productor ejecutivo.

5. Constantine 2

Constantine (2005) tuvo una reacción tibia entre la crítica y el público; ni las libertades creativas tomadas respecto a Hellblazer, historieta en la cual se basa, como que John Constantine viviera en Los Ángeles en lugar de Liverpool o que tuviera el cabello oscuro en lugar de rubio, fueron suficientes para que el fandom la apaleara y que de alguna manera estuviera vigente. Sin embargo, en ese tiempo, las discusiones en foros ni Internet tenían la efervescencia de años más recientes. Ése es el problema de una posible secuela: ya el 2005 luce muy lejano.

La apuesta visual de Francis Lawrence es atractiva; como ejemplos, hay que destacar el infierno, una proyección de la ciudad de Los Ángeles desmoronándose como si fuera polvo de óxido, o el fantástico Lucifer de Peter Stormare, de traje blanco y con los pies embadurnados de una especie de betún negro, que desciende, en su presentación, como cristo redentor. La recaudación de más de 239 millones de dólares, aunque nada espectacular, en el cálculo final redituaba, y bien, comparado con el costo inicial (101 millones). Así que Warner dio luz verde para una segunda parte. La productora Lauren Shuler Donner en el 2011, entrevistada por Bloody Disgusting, comentó:

Quiero hacerla. Estamos intentándolo, pero hasta ahora nos hemos encontrado con baches en el camino. Pero ahora Keanu está dentro, todo el mundo lo está. Vamos a intentar sacar el proyecto adelante, ahora tengo buenas sensaciones.

En 2015, Keanu Reeves, en entrevista para RTE, al preguntarle qué secuela quisiera filmar, contestó que siempre ha buscado interpretar a Constantine una vez más, y que estaba en la mejor disponibilidad para filmar la secuela. IMDb coloca el estatus del proyecto como “desconocido”.