Cinco visiones de Tarzán

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Entre todos los personajes que se han convertido en clásicos del cine, Tarzán tiene sin duda un lugar en especial. Fue uno de los primeros que llegó a la pantalla, y desde entonces, ha estado presente en cada momento de la historia del medio.

Obviamente, en cien años, El Hombre Mono se ha ido adaptanto a las visiones de cada época, apegándose en mayor o menos grado a las novelas originales, lo que lo convierte en un interesante ejercicio de evolución, que puede aportar mucho a los interesados en el cine.

En esta ocasión elegimos cinco versiones diferentes del personaje, algunas muchas mejores que otras, pero todas ellas mostrando lo que cada época leía en él.

Tarzán, el Hombre Mono 1932

A pesar de no haber sido el primero, el Tarzán de Weissmuller es la quintaesencia del personaje, y uno de los actores que más veces lo encarnó. Demasiado pulcro y civilizado si lo comparamos con las versiones posteriores.

Greystoke, la Leyenda de Tarzán

Un hombre Mono mucho más atormentado que las versiones anteriores, esta cinta juega más con el concepto del shock cultural, y de lo realmente extraña que resultaba la civilización para él. Una cinta de culto muy subvaluada.

Tarzán

La versión de Disney es una de las más interesantes, pues a pesar de que conservó parte de la brutalidad y la rudeza de la vida primitiva, consiguió mantenerse como una cinta familiar, y con un muy buen sabor de época.

Tarzán, el Hombre Mono 1981

Con el pretexto de el naturalismo, esta cinta acaba convirtiéndose en una cinta erótica, en donde el Hombre Mono es sólo un pretexto para el lucimiento de Bo Derek, que no dejó nada a la imaginación.

La Leyenda de Tarzán

Una versión más mediadora, en donde Tarzán se adapta de una mejr manera a la vida civilizada, pero sin abandonar totalmente sus raices salvajes. Una suerte de fábula sobre la integración cultural, que si bien falla en ese afán didáctico, logra una historia bastante interesante y entretenida.