Un 18 de junio de 1963, el actor mexicano Pedro Armendáriz acabaría con su vida, tras de vivir intensos dolores a resultas del cáncer. Considerado no sólo como uno de los hombres más atractivos de esa época, sino como uno de los más talentosos, pues fue protagonista de importantes producciones en Hollywood, México, Italia y Francia. De joven, estudió periodismo en los Estados Unidos, pero fue descubierto como actor or Miguel Zacarías en 1931, cuando realizaba el monólogo de Hamlet para un turista estadounidense.
A partir de ese momento, se convirtió en uno de los actores más prolíficos del cine nacional, aunque eso no le impidió trabajar de manera abundante en otros países. Si bien él hizo de cada una de sus actuaciones un clásico, hubo dos que le valieron reconocimiento por su talento y presencia. Uno fue María Candelaria, y el otro De Rusia con Amor, este último al lado del actor Sean Connery. Y ahora, tras de exactamente cincuenta años de habernos dejado, sigue siendo una de las más grandes presencias del cine nacional, y su nombre queda como una leyenda que será imposible de superar.