Cines Parisinos

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No, no voy a hablar de el cine francés en cuanto a filmes sino en cuanto a las entradas de los mismos. Caminando una semana completa por algunas calles de Paris son de notar las diferencias y similitudes que hay con los cines allá y en México.


Para empezar pareciera ser que en Paris cuando se habla de cine se piensa en luces de neón color cyan. Pero muchos tubos de neón, no unos cuantos foquitos. Todo está enmarcado en este color, desde la tipografía con el nombre del cine hasta los carteles y tarifas. Otra cosa en común son las letras blancas para el nombre del cine. No importa a qué cadena pertenezca, todos tienen sus letreros blancos con marcos cyan.

Otra característica que tienen en común es que las entradas están sobre las calles, nada de entrar a centros comerciales. Para acceder al cine hay que entrar desde una avenida transitada. Es muy curioso ver cómo un cine está montado en un edificio hermoso ecléctico y sobre alguna maravillosa columna o balcón hay puesto un cartel enorme con la película principal que se exhibe. Si hay algo que es sobresaliente son los carteles. No recuerdo haber visto ningún cine mexicano en el que se exhiban los carteles de las pelis en la fachada del edificio... bueno, además del Cine Teresa. Acá es bien común que toda la fachada del cine esté cubierta por muchos carteles, con su respectivo marco de neón color cyan.

Mientras en México los carteles verticales son los más comunes, en Paris sobresale el formato horizontal. Siempre he pensado que en un encuadre horizontal las fotos y composiciones en general se ven mejor. No sé si es porque la vista del ojo humano es horizontal o qué demonios pero al ver todos los carteles en layouts horizontales me parecieron más lindos. Es curioso también que desde la calle se pueden ver pantallas de LED donde se verifican los horarios de las diversas funciones, así que ni siquiera necesitas entrar al cine para ver la hora de la peli que te gusta.

Con sus puertas todas de vidrio transparente que te dejan ver la dulcería desde la calle, sus interiores en rojo que te invitan a entrar a un lugar acogedor y una iluminación tan fuerte en el exterior que hasta un ciego podría ver, los cines en Paris son diferentes.