Clone Wars, la serie.... el tiempo denso

| |

 

Se estrenó ayer por la noche, en el canal cinco de televisión abierta para México, la serie Clone Wars (Guerras Clónicas). Se trata una versión extendida de  Clone Wars la película que vimos en cine por ahí del final del verano.

Y la verdad es que sólo confirma algunas de las cosas que ya habíamos dicho. Hay ya muy poco por decir, y lo  más atractivo  de todo resulta ser la maestría con que George Lucas usa los recursos tecnológicos a su alcance.

Sin embargo, ahora nos damos cuenta que ese lapso entre el Episodio II y el Episodio III es el más documentado de toda la saga. Sabemos el origen de los clones,  el complot de poder alrededor de los separatistas y la República, de la intriga entre los Jedi y los Sith como eje de muchas de las acciones bélicas. Nunca vimos crecer-por ejemplo-  a Luke Skywalker o al propio Anakin, por lo que dedicar tanto espacio a contar un conflicto que dura poco en comparación a otros momentos de la vida de los personajes, resulta muy intrigante.

Mientras veía este primer episodio de la serie, no pude dejar de pensar en Sergio Bagú - sociólogo y latinoamericanista argentino- que hablaba de cómo al construir escalas históricas, hay que considerar los periodos de tiempo denso, que no son otras cosa que periodos históricos que pueden ser breves, pero muy cargados de acontecimientos históricos. Dicho de otro modo, son periodos en los que pasan  muchas cosas al mismo tiempo.

Y es que ahora resulta que las Guerras Clónicas son el periodo en el que se desencadenan los acontecimientos que serán cruciales para entender toda la saga. Pero eso no sería tan grave como constatar que también son el periodo que está construido más a la ligera, en cuanto a los elementos filosóficos que acompañan a toda la historia.

La versión para la serie, dirigida abiertamente a un público infantil, da cuenta de una clásica lucha de buenos contra malos, más épico, pero con menos sentido. Y peor, cada vez mas confuso para quien no ha visto la saga completa, porque Anakin aparece como una suerte de héroe juvenil al que cuesta mucho trabajo empatar como Darth Vader para los más pequeños.

Además, las intrigas palaciegas  no dan cuenta de la verdadera amenaza que se está gestando, más allá de una emboscada frustrada a Yoda o del rapto del hijo de Jabba -como vimos en la película. El asunto es bastante simple:  andaban tan ocupados defendiendo la República que nunca se dieron cuenta de la verdadera amenaza, y no estoy segura de que eso amerite dos series de dibujos animados y una película.

Muchas cosas en breve tiempo. Un collage colorido y muy tecnologizado del tiempo denso. Y un Anakin que todavía no sabe que su verdadero poder es tan oscuro como la noche misma.