Codes of Conduct, la nueva serie de Steve McQueen

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El británico Steve McQueen, director de "Shame" y "12 años de esclavitud", está preparando el episodio piloto de una nueva serie para la HBO, "Codes of Conduct", en la que será su primera incursión en la ficción televisiva. Contará la historia de Beverly Snow, algo así como un Pequeño Nicolás estadounidense, un joven afroamericano de Queen que gracias a su talento (y a pesar de su carácter ambiguo), logrará colarse en la alta sociedad neoyorquina. El director ha elegido, tras diez meses de búsqueda, al desconocido Devon Terrell para encarnar al personaje protagonista.

Paul Dano, que ya trabajó con el director en "12 años de esclavitud", estará en el reparto de una serie escrita por el propio director junto a Mathew Michael Carnahan, uno de los guionistas de "Guerra Mundial Z". El actor interpretará a un empresario que ayudará al protagonista a introducirse en la élite de Manahattan. El episodio piloto de "Codes of Conduct" se empezará a rodar a principios de diciembre.

Steve McQueen
Steve McQueen

Esta es la historia del Pequeño Nicolás:

La Casa Real, vicepresidencia, los ministerios de Defensa y Economía, el CNI, la Comunidad de Madrid, Las Vegas Sands. Todos han desmentido la historia de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, un chaval de 20 años que se hizo pasar por agente del CNI y asesor de la vicepresidenta, con una historia que ha relatado el fin de semana en la televisión y que analiza la Abogacía del Estado por si se desprende algún delito. Si lo hay, habrá denuncia.

No sería la primera, porque si Francisco Nicolás fue detenido en octubre, fue por la denuncia que la secretaria general de la Presidencia presentó por estafa, falsificación y usurpación, al hacerse pasar por agente del CNI. Fue detenido por Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía, porque, según fuentes del Ministerio del Interior, en los hechos que dan lugar a la denuncia el joven aparecía escoltado por policías, que luego resultaron serlo del Ayuntamiento de Madrid. Esos agentes le acompañaron a Ribadeo (Lugo), en agosto, en un viaje que supuso el principio del fin de su aventura, porque su interlocutor allí, a quien se presentó como asesor de Sáenz de Santamaría, el empresario Jorge Cosmen, llamó a la directora del Gabinete de la vicepresidenta, María Pico, a quien conocía, y esta le negó que el joven trabajase para ellos. Pocos días después, otra llamada de otro conocido, ante quien también se hizo pasar por asesor, hizo saltar las alarmas.

Enterada la vicepresidenta y al conocer que también había intentado hacerse pasar por asesor de Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica del presidente, Pico llama entonces al joven, sin identificarse, para preguntarle si es asesor de Santamaría. Cuando le responde que sí, desveló su identidad y le advirtió que lo que hacía era delito. Desde la Moncloa avisaron al CNI, que inició una investigación que terminó en la denuncia.

Pero el pequeño Nicolás llevaba seis años construyendo una mentira. Incluso que era de Nuevas Generaciones. Lo intentó, pero Ángel Carromero no quiso firmarle el alta; dicen las malas lenguas que vio en él un competidor. Para entonces, Nicolás había abandonado el barrio de la Prosperidad, donde se crió con sus padres, hasta que a los 14 años marchó con su abuela a Cuatro Caminos. De allí pasó a un chalet del exclusivo barrio de El Viso, propiedad de una constructora.

Nicolás empezó a conocer gente en FAES, en cuya actividad se involucró. Allí contactó con el hoy secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz. Ya en el Gobierno, le presentó a varios empresarios, a quienes recibió, sin saber que Nicolás cobraba por ello. Hasta que Ana Botella avisó a Legaz de que utilizaba su nombre para una gestión. Ahí se rompió la relación. En esos años conoció a empresarios, políticos y dijo que estuvo en la negociación para instalar Eurovegas en Madrid, lo que la sociedad de Adelson niega. También que era amigo del presidente de la Comunidad, que lo desmintió: nunca estuvo en su casa, ni con él. Con todos se hizo fotos e incluso asistió a la recepción de proclamación de Felipe VI, como acompañante de una empresaria.

También se hizo pasar por enviado del Rey ante el sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular contra la Infanta. Allí donde veía posibilidades, iba. Habló con el abogado de los Pujol que creyó estar asistiendo a "una película de Esteso", y así hasta el mismo día en que fue detenido.

La juez a cuya disposición pasó Nicolás tras el interrogatorio policial, Mercedes Pérez Barrios, lo dejó libre y sin fianza, pero con cargos de los tres delitos por los que estaba denunciado y con obligación de entregar el pasaporte. Algunas frases del auto son muy elocuentes: "Esta instructora no acierta a comprender cómo un joven de 20 años con su mera palabrería pueda acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar a nadie con su conducta por muy de las juventudes del PP que manifestara haber sido". La juez tampoco entendía cómo la gente había creído la afirmación de Nicolás de que era "asesor del Gobierno de España", máxime teniendo en cuenta sus rasgos de comportamiento. Y aquí destacaba el informe forense sobre el detenido, en el que el médico le adjudicaba "una florida ideación delirante de tipo megalomaníaco".

La instructora desechó no obstante la petición fiscal de prisión sin fianza, y envió el asunto a reparto. El juzgado al que correspondió, el 2 de Madrid, abrió diligencias y las declaró secretas.

Juan Untoria, abogado de la supuesta víctima de la estafa imputada a Nicolás, el empresario Javier Martínez de la Hidalga, aseguró a este diario que por ahora su cliente no se siente estafado y confía en recuperar los 15.000 euros que el joven tomó como adelanto de honorarios por mediar en la venta de una finca. El letrado relató cómo fueron agentes de Asuntos Internos de la policía los que acudieron al domicilio de De la Hidalga para informarles de la supuesta estafa. Untoria consideró legalmente cuestionable que fuera ese departamento policial interno el que detuviera a un civil como Nicolás.