Hay franquicias que por una razón o por otra no deberían continuar. Sobre todo una franquicia cuyas tres películas están entre lo mejor de la historia del cine, o al menos la convierten en conjunto en una de las mejores sagas de todos los tiempos. Por esto mismo, Indiana Jones nunca debió haber tenido una cuarta película.
Sobre todo después del estrepitoso fracaso que fue principalmente de crítica porque en taquilla le fue muy bien. Seguro que muy pocos, o quizás muchos porque para gustos los colores, consideran que ha sido al menos una digna continuación de la franquicia. Pero hoy venimos a convertir esta producción en una obra maestra.
No cabe duda de que una de las escenas que menos gustaron fue cuando el protagonista se salva de una explosión nuclear al meterse dentro de una nevera. Pero, ¿y si todo lo vivido a partir de entonces por el protagonista es fruto de una alucinación provocada por la radiación de la explosión?
De acuerdo a una teoría, todo lo que sucede después no es más que una fantasía de un hombre moribundo, teniendo una última aventura de redención en la que también soluciona los problemas de su escabroso pasado. Así se reúne también con su eterno amor Marion, descubriendo que tiene un hijo que podrá continuar su legado.
De igual forma, el final sería un final perfecto, un final idílico para el personaje.
Por supuesto esto es solo la teoría de un seguidor de la franquicia, pero no cabe duda de que sería una buena forma de al menos disfrutar de la película que no es ni de lejos, dejando a un lado esta cuestión, una digna continuación, sino más bien una muestra más de que a veces en el cine simplemente hay que dejar las cosas como están.
Fuente: Fotogramas