Ya en ocasiones anteriores, hemos visto algunos trucos sencillos para lograr las más diversas circunstancias en cine amateur. En esta ocasión, veremos algunos pequeños artilugios para lograr efectos de nieve con un presupuesto al alcance de cualquier productor independiente.
Recordemos que la nieve se comporta de diferentes formas de acuerdo a la situación general, y el clima imperante. Por ello, tendremos que utilizar diferentes recursos dependiendo de en que circunstancia nos encontremos.
Si se trata sólo de una nevada, es posible usar detergente fino, que se dejará caer de forma homogénea. Teóricamente, se requerirá alguna marca blanca pura, pero si las tomas no se harán de cerca, es posible usar los más comunes, con algunas tonalidades azules. Obviamente, asegúrate que tus superficies estén perfectamente secas, pues si llega a espumar, el efecto se romperá rápidamente.
Si se trata de una tormenta, se puede usar el mismo humo que hemos recomendado en otra entrada, pero de modo que el mismo surja fuera de toma, y no al nivel del suelo. Para completar el efecto, ilumina toda su escena con luz azul, y usa un ventilador de buen tamaño. Esta combinación dará el efecto deseado.
Ahora bien, si quieres hacer una bola de nieve, o usarla para fines más concretos, sólo mezcla bicarbonato de sodio y agua. Este primero deberá ser el más abundante, de modo que no haya suficiente agua para disolverlo, y se forme una pasta firme.
Con estas tres opciones, te garantizamos que lograrás efectos muy convincentes.