Criaturas ocultas. Cuando hermosas imágenes no sostienen la película.

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Criaturas ocultas. Hidden 3D
Criaturas ocultas. Hidden 3D

Criaturas ocultas. Hidden 3D. USA (2012)

  • Dir: Antoine Thomas
  • Reparto: Sean Clement, Simonetta Solder, Jordan Hayes

Calif: 1/5

A veces es difícil entender cuáles son las motivaciones que llevan a un director a filmar una película y cuáles podrían ser las razones por las cuales alguien empieza un proyecto fílmico y lo termina sin darse cuenta de las enormes fallas que tiene.

Y es que en esta película, alguien debió haberse dado cuenta en algún momento que iba directo al desfiladero. Una premisa ambiciosa que se escurre como agua entre las manos y que termina siendo más de lo mismo.

La película empieza contando la historia de una prestigiosa neurocirujana que al parecer ha revolucionado el tratamiento contra las adicciones, a través de métodos novedosos y controvertidos, nunca estudiados a suficiencia. La doctora muere al parecer en circunstancias misteriosas, heredando a su único hijo, el antiguo monasterio donde había instalado su centro de rehabilitación para adicciones. Y sí, la verdad es que hasta aquí, la cosa pintaba bien. Nada más aterrador que un edificio antiguo, enorme y cargado de simbología mística y religiosa. Si a ello agregamos una historia que incluye almas atormentadas por las adicciones y la enfermedad mental, tenemos un escenario perfecto para una historia siniestra y atemorizante. Sin embargo, la película logra explorar de manera muy pobre esta idea de gran potencial.

Por principio de cuentas, el fundamento “científico” que daría origen a lo sobrenatural y terrorífico de la historia – un ingrediente de ciencia ficción que resulta indispensable para entender lo que pasa dentro de la lógica de la cinta- es desarrollado de manera torpe y poco creíble. Por otro lado, el gran escenario que se tiene para desarrollar la historia no es explotado de la mejor manera. Un excovento con amplias estancias y decoración gótica aparece en una primera secuencia para que después todo transcurra en un pasillo subterráneo con paredes de cemento.

Los efectos son malos, las “moscas” se ven completamente falsas, al igual que las criaturas mitad humanas, mitad engendros. Lo único que distrae un poco al espectador del mal guión, las malas e ilógicas actuaciones, son los momentos que mueven a la risa involuntaria, y la espléndida fotografía, que logra tomas grandiosas del paisaje nevado y del ambiente gótico. Sin embargo, es claro que las imágenes no son suficientes para sostener la cinta, pero después de todo, algún halago habría que hacerle. Incluso le haremos un segundo: dura 89 minutos, por lo que por lo menos, uno tiene la sensación de perdió el tiempo, aunque no demasiado.

Lo mejor:

  • La fotografía, sin lugar a dudas

Lo peor:

  • El guión - sin el cual no hay historia que contar- es pésimo.
  • Las actuaciones rayan en lo absurdo, motivando más a la risa que al miedo. Y no hay nada más desagradable para un fan de cine de horror, que oír que la gente se muere de la risa en la sala, cuando pagast un boleto para que te asustaran.