Crítica: El Cisne Negro (The Black Swan). La demencia interna de una mente perturbada

Título: El Cisne Negro (The Black Swan)
Director: Darren Aronofsky
Clasificación: 5 Estrellas
Recomendación: La transición perfecta de la protagonista es memorable. Una cinta llena de intensas escenas, actuaciones imponentes y un guión exquisito.

Hace un par de semanas que asaltó las taquillas mexicanas, la nueva producción de Darren Aronofsky "El Cisne Negro" (The Black Swan), una de las nominadas en varias categorías de los Academy Awards. Hablar de Darren Aronofsky es citar filmes memorables como Requiém por un Sueño o La Fuente de la Vida; y por si fuera poco el reparto incluye nada más y nada menos que a los reconocidos actores Natalie Portman, Mila Kunis y Vicent Cassel.

Desde las primeras imágenes que se filtraron, nos topabamos ante la incertidumbre de que tan "interesante" sería ver a Portman como bailarina profesional de ballet, y de que forma transformarían las increíbles melodías de Chaikovski. La protagonista mencionaba que el entrenamiento para hacer este filme fue intenso, laborioso y cansado, ya que tuvo que bajar drásticamente de peso, además de que la mayoría de las escenas fueron filmadas sin dobles (Portman sabe ballet), profesionalismo que se ve marcado desde los primeros minutos de la cinta, hasta el glorioso final.

Lo increíble de una producción como éstas, es el simple hecho de no saber que es lo que viene después, el factor de perderse en la demencia interna de una persona que apenas y conoces, la forma en que la historia te envuelve y te hace partícipe de las realidades/sueños/fantasías de la protagonista. Los selectivos movimientos de cámara, hacen posible escenas gloriosas, bellas y pulcras, tanto; que la demencia se ve plasmada en increíbles visuales tétricos y obscuros.

La trama del El Cisne Negro, se centra en la historia de una bailarina profesional de ballet (Natalie Portman) que hará hasta lo imposible por conseguir el papel principal en la nueva versión de El Lago de los Cisnes, rompiendo incluso con las reglas de moralidad, valores estipulados o situaciones elementales para la vida plena. Nina tendrá que derribar a su peor rival, obligándose fuertemente una y otra vez a lastimar a esa persona, sin saber que aquel odio dirigido majestuosamente, es contra ella misma.

El Cisne Negro, nos muestra el punto de vista de la demencia interna de la protagonista, la majestuosidad de su actuación es impecable, como ya mencionamos, te transporta al interior de su perturbada mente. Mencionando también la participación de Mila Kurtis y claro el director de la obra e interés amoroso de Nina, interpretado por Vincent Casell. Al igual que sucedería en la obra original, en esta producción se observa perfectamente el transe de la bailarina, de ser el "Cisne Blanco" a convertirse en el demencial "Cisne Negro". Con éxtasis en las melodías, Aronosfky logra conquistar al público y el teatro se llena de aplausos al termine de la obra más exitante de los últimos años.