Critica: El gigante egoista, Un encantador cuento de Oscar Wilde

| |

En la más reciente Muestra internacional de cine de la Cinética Nacional se mostraron varias propuestas fílmicas de varios países, entrañables, incluyendo México, pero The selfish giant de Clío Bernard resulta ser la más entrañable de todas. El gigante egoísta, basado en el mismo cuento homónimo de Óscar Wilde refleja el poder de la amistad, el perdón y la crueldad de un sistema económico capitalista que causa daños colaterales aterradores en el ser humano, y aunque me veo como todo un subversivo en este aspecto, el director del filme plasma vidas maltratadas por la vida, olvidadas por el gobierno y explotadas por personas abusivas que sacan ventajas de su condición de clase social baja.

Pero al ver la historia podríamos pensar que al ser un cuento resultaría positivo el resultado de los personajes, pero Wilde da la base a Bernard para hacer personajes que se quedan en el corazón, con una historia que conmueve y alecciona, ya que contiene en su enseñanza una moraleja muy sutil acerca del abuso y la verdadera amistad.

El guión te lleva de la mano para entender al personaje principal Arbor, un chico con problemas de déficit de atención, pero que también tiene problemas con la autoridad, su mejor amigo Swifty, un joven muy noble que viene de una familia con muchos hermanos de la cual él es el mayor, pero ambos chicos en una situación económica deplorable que los obliga a dejar la escuela para poder buscar y vender chatarra a Kitten, un hombre abusivo que no deja margen a la bondad y a la generosidad. Llevados por esta necesidad de poder suplir en su hogar, empiezan a robar cable por su valor monetario del cobre que lo compone. Con consecuencias fatales la historia nos deja con un hueco y una lección en el corazón acerca del perdón, la bondad y la tolerancia al prójimo. La película ahora ya empieza su circuito comercial, en cines alrededor del país, realmente es una historia que estremece y alecciona.