Hace unos días rescaté para volver a ver esta película del año 2007 llamada Funny Games, remake de otro filme dirigido también por Michael Haneke estrenado diez años antes con el mismo título. Este filme consiste en un matrimonio con un hijo formado por los actores Tim Roth y Naomi Watts que se van de vacaciones a su casa del lago. Todo va bien hasta que dos extraños que se hacen pasar por vecinos entran en la casa y los secuestran.

Realmente no podemos llamar a esta película entretenimiento, sino sufrimiento. No quiero decir que sea una mala película o que no me guste, sino que la gente que quiera verla no espere entretenerse, sino pasarlo mal. Incluso llegando al punto de que es difícil de ver o de no saber si te ha gustado o te da asco.

Fuera de eso, todos los personajes están bastante bien, desde los sádicos secuestradores hasta la aterrada familia. Incluso me gustaron los momentos en los que los "malos" retan también a los espectadores y rebobinan la película.
La recomiendo, pero quizás algunos no volveréis a verla.