Del director de Drive (2011) Nicolás Winding, que trata de repetir su formula con la que fue muy ovacionado por su historia del conductor renegado y salvador.
El filme tiene una estética muy buena, ambientada en Hong Kong en el ambiente de las luchas de MuayThai y la mafia regional. Silente y estática en su inicio, que piensas que incrementará su ritmo en las escenas subsecuentes, cuenta con muy buenos recursos visuales que se complementan con una excelente banda sonora. Pero a pesar de todas estas herramientas que el director sabe utilizar a su favor el proyecto no llega a conectar- en mi caso- con el espectador.
Tenemos dos hermanos, Julian (Ryan Gosling) y Michael, tienen un negocio d luchas estilo Contacto sangriento(película de los años ochenta) esto subsidiado por un negocio de tráfico de drogas liderado por su madre Kristal (Kristin Scott Thomas). Todo cambia cuando Michael el hermano mayor busca sexo con una menor de edad y al no encontrarlo mata a la hija del proxeneta, en son de justicia un policía -muy extraño por cierto porque hasta cantaba en un karaoke y lo hacia muy bien-hace que el proxeneta mate a Michael. Kristal busca venganza a cualquier costo, venganza que costará la vida de quien tenga que pagar.
La mezcla implementada no es exitosa y aunque con algunos puntos a su favor, con buenos momentos Only God Forgives parece retomar una película de Van Damm proporcionándole pinceladas de buena fotografía, buena música y un actor que ha escogido muy bien sus papeles para su buena proyección, pero es fallida en su transcurso de casi una hora y media pero se siente extensa por su mal uso del timing y la falta de diálogos. Creo puedo estar cometiendo sacrilegio para los que son seguidores de Nicolas Winding, cargadas de sangre y que en este intento pretencioso de impresionar a la critica como lo hizo con su anterior cinta- que a mi gusto fue lo mejor del 2011- pero que no se repite a pesar de llevarlo al mundo asiático que tiene tomas mucho más exóticas y resulta ser muy diferente pero no logra rescatar la falta de historia y pésima edición.
No logro localizar a ciencia cierta las fallas de su ejecución, no me queda cien por ciento claro si fue la dirección, la exageración de los recursos o la falta de movimiento en su lectura final. Algo muy rescatable es Kristin Scott Thomas que luce muy bien en pantalla con una actuación que resalta mucho al lado de la de Gosling, que, en contraste es demasiado estoico y silente, pero es creo yo una de sus mejores actuaciones.
También exhibida en la 55 muestra internacional de cine de la Cineteca Nacional.