Nueva Inglaterra, año 1630. William es el padre de una familia de colonos cristiana, que son excomulgados de su congregación en una plantación. William ha de establecerse en pleno bosque con su esposa y sus cinco hijos. Según las creencias populares, este bosque está controlado por un mal sobrenatural. Esta es la premisa de The Witch, vamos con la crítica.
Me siento en el cine después de haber visto varios avances de la película, haber leído un breve artículo en una revista así como alguna crítica, entre las que destaca una que lleva por título: Es una de las mejores películas de terror de los últimos años. Sabiendo también que Robert Eggers consiguió el Premio a Mejor Director en el Festival de Cine de Sundance 2015.
En resumen, con grandes expectativas.
¿Dónde está el terror? Eso es lo que me estuve preguntando durante la primera hora de película. Pero bueno, si es una película larga y la primera hora sirve para presentación de personajes, situación y demás, está bien, no hay problema. Pero resulta que la película continúa y el terror no aparece por ninguna parte.
La historia no es nada del otro mundo. Una chica embrujada que ataca a su familia. Su desarrollo es previsible y muy poco aprovechado, con un final entre decepcionante, patético y necesario, porque la verdad es que me estaba quedando dormido.
Las actuaciones tampoco son una maravilla. Dejando a un lado los tres niños que hacen lo que pueden, la chica protagonista está bien, la madre sí que destaca, pero tampoco se roba la película, y el padre también está bien. ¿Las brujas? Es que aparecen unos segundos. Vamos a ver, no llames a una película La Bruja si va a aparecer unos segundos. ¿Ah, que se refiere a la niña? Pues vaya estupidez.
Sobre la banda sonora lo mejor que puedo decir es que son los silencios lo verdaderamente importante. La música no juega un papel relevante.
La fotografía, una de tantas. La vemos cincuenta veces en cincuenta películas todos los años.
En resumen, es cómo si pienso que voy a ver un concierto de Green Day y en realidad es un concierto de Justin Bieber.