Critica: Vamos a jugar al infierno, Sion Siono y su oda a la sangre

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Cuando vi por primera vez una película de Sión Sonó "El romance y la culpa" estaba yo formado en la fila par adquirir algún boleto de alguna función, entonces, una señora muy amable me recomendó este filme, me lance al vacío tomando el riesgo de que el cine no oriental no es específicamente de mi gusto, cuando la estaba viendo me convencí de lo que pensé en la taquilla, "el cine oriental es exagerado pero este director se fue por la ventana" -pensé- pero, me esforce cual niño que tiene una ensalada de los vegetales frente a él con la promesa del cereal azucarado a unos cuantos metros, no entendía del todo la historia y cundo parece que va acabar no acaba. Al final de la película reorganice mi mente y asimile lo que acababa de ver, las escenas sangrientas y los maniquíes con partes humanas, las escenas pornográficas tan fetichistas, todo estaba en mi mente pero sin encontrar un lugar donde ponerlas, sin embargo con un par de días me di cuenta que la majestuosa grandeza del cine es que puedes conocer la mente de alguien, su cultura junto con la capacidad de sorprender al publico, eso fue lo que paso, que la sorpresa de lo que vi fue tanta que sobrepaso mi experiencia que hasta ese momento había vivido en el cine, "grandiosa" -me dije-.

Ahora con Vamos a jugar al infierno me senté con toda la conciencia de lo que estaba dispuesto a ver, empezando con un comercial de una niña bailando anunciando una pasta de dientes, con una coreografía y canción muy pegajosa," esto va ser muy diferente" -mi sentido analítico empezó a trabajar- de pronto me despojé del critico que llevo siempre en mi disponiéndose a disfrutar de esta nueva propuesta del director de un tipo de cine que no me agrada tanto. Pero grata sorpresa me lleve, la historia de unos chicos queriendo realizar el mejor filme jamás hecho cruzados en el camino de la mafia japonesa, la mafia Yakuza en situaciones totalmente inverosímiles, la oda de sangre al final sin contar la escena donde dicen corte, espectacular, entendí por completo a este realizador, no lo juzgue más.

Una película para los que les gusta mirar algo totalmente diferente, una propuesta diferente que demuestra que el cine no siempre debe ser predecible, romántico, limpio o con un camino trazado cual receta de cocina, se disfruta como un platillo del cual desconoces su sabor, y si te dará diarrea o no por andar probando cosas nuevas, lo peor que puede suceder es que te de diarrea mental, pero expande tu experiencia cinematográfica más allá de lo el cine americano lo hace.

La precisión de las escenas en la pelea entre las dos grandes agrupaciones de la mafia japonesa, los diálogos realmente cómicos son excelentes y lo que se lleva de mis comentarios, Sión Sonó hace limpiamente y bellamente ejecutado el cine dentro del cine, con una originalidad que pocos pueden tener, aunque el cine japonés sigue siendo no muy del agrado de mi sentido cinematográfico debo aceptar que esta es de las pocas películas que me gustan.