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Mejor primera parte que segunda. Así es como resumo esta cuarta temporada de la exitosa serie The Walking Dead. Una serie que va empeorando por temporadas y que en las últimas dos se ha dedicado a alargar los capítulos (y por ende las temporadas) de manera inexplicable.
La primera parte de la temporada con la llegada a la prisión del Gobernador, la muerte de Hershel y la huida por grupos separados de los protagonistas nos gustó a la mayoría. E hizo que esperáramos una segunda parte mejor, Pero no ha sido así. En esta segunda parte de la temporada de han dedicado a hablar en cada capítulo de un único grupo de protagonistas, haciendo claro que la temporada sea más larga, a pesar de aburrir al espectador en muchos capítulos que no hacen más que ser repetitivos.
Antes de comentar algunas cosas buenas de esta temporada, me gustaría destacar que el final no ha sido del todo malo. Los protagonistas atrapados en un lugar que desconocen por un gente que no tiene pinta de que los vaya a ayudar precisamente. Pero no nos podemos olvidar de Tyreese, Carol y Jurith (The Little Ass Kicker) quienes continúan vagando sin haber encontrado todavía La Terminal. ¿Serán ellos los que salven a sus amigos? Ni tampoco de Beth. ¿Dónde está?
Vamos con las cosas buenas. Y digo cosas porque son momentos, varios momentos buenos, que desgraciadamente no salvan una mala temporada.
La primera parte comenzó bien, uno de los mejores momentos llega en los primeros capítulos. Cuando Rick y Tyreese se pelean. Otro buen momento, en el final de esta primera parte, viene cuando el Gobernador, con un grupo de hombres armados (y un tanque) llega a las puertas de la prisión para matar a todos y cada uno de los supervivientes si no la abandonan. Los supervivientes se niega a abandonarla y el Gobernador, con la katana de Michonne, le corta el cuello de Hershel, sin duda uno de los mejores y quizás el más triste momento de esta temporada.
Antes de pasar a los buenos momentos de la segunda parte me gustaría destacar que no entiendo como han podido dedicar casi tres episodios enteros al Gobernador. No quiero decir que no me guste su personaje pero, ¡¿Tres capítulos?! No me aburrí tanto en toda la serie.
En la segunda parte también hay buenos momentos, aunque como digo fue mucho peor que la primera. Los supervivientes se dividen en varios grupos por separado intentando sobrevivir, valga la redundancia, como pueden. Los buenos momentos son pocos, pero vamos con ellos. Un gran momento llega al final, cuando mueren las niñas que van con Tyreese, Carol y Judith. Pero eso no es lo mejor, la muerte en sí, sino que fue una de ellas quien mató a su hermana ya que piensa que ahora cambiará y será más feliz. Debido a esto, Carol se ve obligada a matar a la niña asesina. Dos buenos momentos.
Otro bueno momento llega cuando conocemos al sargento Abraham Ford, quien tiene que llevar a un hombre a Washington que conoce la razón de la aparición de los zombies y por eso sabe como detenerlos. También conocemos a un nuevo grupo, el de Joe y sus maleantes al que se les une Daryl. Un buen momento lo protagonizan ellos cuando se encuentran a Rick, Carl y Michonne, quienes acaban con ellos. Durante esa pelea no podemos olvidar como Rick mató a Joe después de morderle el cuello.
Sin duda hay buenos momentos en esta cuarta temporada, pero como he dicho estos buenos momentos no tapan una segunda parte aburrida, y una primera que aunque no lo es tanto, podría haber sido mejor. Se noto en ambas partes que han querido alargar los capítulos y la temporada sin razón ninguna.