Existen ocasiones en que, por las mismas necesidades de la historia, algunos personajes deben de crecer o envejecer dentro de la historia, lo cual plantea algunos problemas en cuanto a la elección de los mismos. Usualmente, se trata de versiones infantiles o jóvenes de los protagonistas, por lo que lo único que se debe de buscar es un cierto parecido, pues al final, los infantes suelen cambiar mucho al crecer, por lo que no es indispensable algo demasiado parecido. El problema suelen ser las versiones jóvenes contra las adultas, en la que las similitudes deben de ser mayores. Esos fueron los casos de Hugo Blick o Jeff East, quienes fueron respectivamente las versiones jóvenes de El Guasón o Clark Kent, aunque lo breve de sus papeles les permitió pasar sin problema.
Dos casos muy particulares fueron las sagas de La Guerra de las Galaxias y X-Men, en donde películas enteras se hicieron con versiones más jóvenes de los personajes de las primeras cintas, y cuando menos en el segundo caso, aunque los parecidos de los actores - en especial el caso Fassbender/McKellen - la calidad de las actuaciones fue lo que realmente levantó la historia. Recordemos que, al final, mientras las diferencias no sean demasiadas, el público siempre tendrá una cierta flexibilidad para aceptar un cambio de este tipo.