Danny Boyle habla sobre una posible secuela de "Trainspotting"

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De forma breve, pero concisa, el director Danny Boyle ha hablado recientemente de una posible secuela de "Trainspotting", película que en 1996 lanzó a lo más alto a Ewan McGregor. El director de "28 días después" o "Slumdog Millionaire" comentó lo siguiente sobre este futuro proyecto.

Los cuatro actores principales de la original quieren hacerlo.

Hace algunos meses el protagonista de la película original, Ewan McGregor, confirmó que de verdad se está llevando a cabo este proyecto e incluso mencionó una fecha para el comienzo de su rodaje.

Parece que será así. La idea es rodar en 2016, cuando hayan transcurrido 20 años desde el estreno de la original. Y estaré en ella. No lo hubiera estado hace diez años, pero ahora sí.

La secuela podría estar ligeramente inspirada en “Porno”, la novela de Irvine Welsh. De eso habló el director recientemente.

Habra un par de cosas sacadas del libro, así que es una adaptación muy libre, pero obviamente necesitaremos que Welsh se embarque con nosotros en el proyecto.

De hecho, en algunas páginas sobre cine vemos como aparece la película "Porno" entre los futuros proyectos del director.

Trainspotting

Esta es la sinopsis de “Trainspotting”.

La película comienza con la narración de Mark Renton, personaje al que da vida Ewan McGregor.

“Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”
cuando él y su amigo Spud (Ewen Bremner) corren por la Calle de los Príncipes siendo perseguidos por unos guardias de seguridad. Como se puede leer en la cita, Renton declara que, a diferencia de la gente que «escogió una vida» (hijos, estabilidad financiera y posesiones materiales), él eligió vivir como un heroinómano. El círculo cercano de Renton de amigos futbolistas son presentados: el artista y amoral Sick Boy (Jonny Lee Miller), el atlético de buen parecido Tommy (Kevin McKidd), el ingenuo y afable Spud y el violento sociópata Francis Begbie (Robert Carlyle). Sick Boy, Spud y Renton son totalmente heroinómanos, y pasan todo el tiempo inyectándose heroína ofrecida por su amigo Swanney (Peter Mullan).

Un día, Renton decide abandonar la heroína. Dándose cuenta de que él necesita algo más intenso, compra supositorios rectales de opio de Mikey Forrester (Irvine Welsh). Después de su golpe final (y una violenta diarrea), se encierra en un hotel barato para resistir la abstinencia. Más tarde, tras fallar en su intento de resistir la abstinencia, va con sus amigos a un club, aflorando su nuevo deseo sexual, y finalmente cae con una joven mujer, Diane (Kelly Macdonald). Después del sexo, Diane no lo deja dormir en su cuarto y pasa la noche en un sofá del pasadizo del piso. En la mañana, se da cuenta de que Diane es una colegiala adolescente y que sus supuestos compañeros de habitación son realmente sus padres. Horrorizado, Renton intenta evitar el incidente, pero sigue siendo amigo de Diane.

Tommy había sido abandonado por su novia Lizzy después de una cadena de eventos que sin darse cuenta había sido iniciada por Renton. Renton había tomado prestado uno de las cintas de sexo personal de Tommy y Lizzy, escondida en una caja de vídeo de fútbol. Furiosa, Lizzy cree que Tommy regresó la cinta a la videoteca. Sick Boy, Spud y Renton deciden regresar a la heroína, y un desconsolado Tommy también entrando a la droga, a pesar de la reticencia de iniciarlo en la heroína. Un día, en la habitación de Swanney, el grupo inducido por la heroína es violentamente interrumpido cuando Allison, su amiga y adicta, descubre que su bebé, Dawn, ha fallecido por negligencia. Todos están horrorizados y afligidos, especialmente Sick Boy, que está implicado a ser el padre de Dawn.

Renton y Spud son luego capturados por robar una tienda de libros, una escena vista al inicio de la película. Debido a condenas previas, Spud va a prisión, pero Renton evita el castigo entrando al Programa de Intervención de Drogas, donde se le da metadona. A pesar del apoyo de su familia y amigos, Renton está constantemente depresivo y aburrido de su vida y escapa a la habitación de Swanney, donde casi muere por sobredosis. Los padres de Renton lo llevan a casa y lo encierran en su vieja habitación donde él puede enfrentar la adicción súbitamente. Cuando Renton duerme en su cama y empieza la etapa severa de los síntomas de la abstinencia, él alucina que ve a Diane cantándole, sus amigos entregándole consejos y el bebé muerto de Allison gateando en el techo. La abstinencia de la heroína es entrecortada con un extraño e imaginario programa de televisión de juegos en vivo en donde el presentador, Dale Winton, pregunta a los padres de Renton sobre el VIH. Renton es finalmente despertado de las pesadillas y alucinaciones por sus padres, quienes le dicen que debe hacerse la prueba. A pesar de años de compartir jeringas con otros adictos, el examen de Renton sale negativo.

Limpio de la heroína, Renton está, sin embargo, aburrido y depresivo, sintiendo que su vida no tiene propósito. Visita a Tommy, quien ahora ha caído mucho más allá de la adicción y vive con VIH en un habitación oscura y mugrienta. Gracias a un consejo de Diane, Renton se muda a Londres y empieza a trabajar como un agente de alquiler de propiedades. Comienza a disfrutar su vida de sobriedad, y ahorra su dinero, mientras le manda cartas a Diane. Su felicidad es otra vez corta, sin embargo; Begbie comete un robo armado y llega a la habitación londinense de Renton en busca de un lugar donde pueda esconderse de la policía. Sick Boy, quien ahora trabaja como un alcahuete bien informado y vendedor de drogas, también se muestra en la puerta de Renton. Los «amigos» de Renton hacen su vida miserable, robándole y arruinando su habitación. En busca de deshacerse de ellos, les da una propiedad de la que él es responsable y ellos la usan para robar. Pronto se enteran de la muerte de Tommy por toxoplasmosis y viajan de vuelta a Edimburgo para asistir a su funeral.

De regreso a casa, se encuentran con Spud, que ha salido de prisión. Sick Boy propone una provechosa pero peligrosa transacción de heroína. Sick Boy necesita la ayuda de Renton para suministrar la mitad de los iniciales 4.000 libras esterlinas. Después de la adquisición, Renton se inyecta una dosis de heroína para verificar su pureza. Luego, los cuatros venden la heroína a un traficante por 16.000 libras esterlinas. Ellos van a un pub, celebran y discuten posibles planes para el dinero. Cuando Begbie y Sick Boy dejan a la orden otra ronda de cervezas, Renton sugiere a Spud robar el dinero. Spud se siente muy atemorizado de Begbie para aceptarlo. Renton, sin embargo, cree que Sick Boy y Begbie no se merecen el dinero. Pronto, en la mañana, cuando todos están durmiendo, Renton toma sigilosamente el dinero. Spud lo ve irse, pero no le cuenta a los otros. Cuando Begbie despierta, destruye el cuarto de hotel en un arrebato de ira que atrae a los policías, presumiendo su arresto. La película finaliza con Renton caminando por un puente londinense mientras amanece, tratando de convencerse de llevar una nueva vida alejada de las drogas, aunque el discurso final y el hecho de que toda la historia este narrada en el pasado da a entender que es muy posible que jamas se reforme.

“Me lo he justificado a mí mismo de todas las maneras. Que no era para tanto, solo una pequeña traición, o que nuestras vidas habían ido por caminos cada vez más distintos, ese tipo de cosas. Pero afrontémoslo, le di el palo a mis supuestos colegas. A mí Bergbie me importaba una mierda, y Sick Boy, él me habría hecho lo mismo si se le hubiese ocurrido primero, y Spud, bueno, vale, lo sentí por Spud, él nunca le hizo daño a nadie. Entonces, ¿por qué lo hice?. Podría ofreceros un millón de respuestas, todas falsas. Lo cierto es que soy una mala persona, pero eso va a cambiar, yo voy a cambiar. Es la última vez que hago algo así. Ahora voy a reformarme y dejar esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo, voy a ser igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact disc y el abrelatas eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, teleconcursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de nueve a cinco, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgravación fiscal… ir tirando mirando hacia delante hasta el día en que la palmes.”