Depeche Mode. "Words are very unnecesary..."

Depeche Mode vuleve por tercera vez a México, y cada vez resulta una cita diferente, un reencuentro de buenos y antiguos amigos en donde es evidente la maduración tanto del grupo como de su público: Ellos vienen a darnos más y nosotros ya no nos conformamos con cualquier cosa.

La contribución de Depeche Mode a la música es innegable en muchos sentidos:  hace de lo electrónico objeto de culto, aporta letras enigmáticas, meláncolicas y profundas a la música Pop, regala sensualidad oscura a los sintetizadores y hace de sus conciertos una mezcla de imágenes y sonidos para lograr en cada espectador una experiencia única e irrepetible.

Pero además, Depeche Mode tiene un público diverso: en sus conciertos están  los imprescindibles "darketos" que pedían a gritos "Condemnation" - y nos quedamos con las ganas porque esta vez no la cantaron-,  los poperos que pedían "People are people" - que tampoco cantaron por cierto- y los representantes del movimiento LGBTT, que querían que cantaran  "Just can´t get Enough" - también sin éxito. Pocos grupos logran convocatorias tan diversas haciendo coexistir públicos tan variados.

Pero  a pesar de las ausencias - imposible abarcar en un concierto un catálogo tan amplio- hubo consenso de todos los sectores en que Depeche hizo una adecuada selección de repertorio para este tour. Especialmente porque la producción que acompañaba cada rola hacía de la experiencia algo diferente para cada quien.

Mis momentos favoritos: 

• El enorme cuervo y su ojo que estuvo observándonos durante toda la interpretación de Walking on my shoes. Edgar Allan Poe hubiera estado muy complacido.
• Los astronautas que acompañaron Enjoy the silence. Un homenaje a toda la estética espacial que hemos visto desde 2001 Odisea del espacio, y que encontró en el Major Tom de David Bowie su antecedente más perturbado.
• Y bueno, mención especial y aparte merece Personal Jesus.  La figura de David Gahan crece en la pantalla: profeta, predicador, líder de un culto que le responde a gritos. Lo culto, lo divino y lo profano, mientras una bailarina escultural se contonea en pantalla y Gahan entona aquello de "Reach out and touch faith..." con un coro de seguidores que no saben si bailar, gritar o seguir mirando hipnotizados la enorme pantalla...

Y sí, Depeche ante de irse  nos prometió que volvería...  ojalá que en la próxima cita vuelva a sorprendernos de este modo.

Ah! y para compartir, una de mis rolas favoritas, It´s not good que cantan como si no hubieran pasado más de 12 años...