Dios existe, y vive en Bruselas

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Si la audiencia es capaz de no ofenderse ante la primera frase de El Nuevo Nuevo Testamento, entonces el resto de la velada debería ir sin problemas. Y de hecho, la cinta de Jaco Van Dormael no es un ataque a los creyentes (del catolicismo, cristianismo, y otras religiones), sino una especie de actualización. El papel y el poder de los dioses, presentado para el siglo XXI.

Ea (Pili Groyne), hija de Dios
Ea (Pili Groyne), hija de Dios

Ya si Dormael va a hacer una película sobre Dios, de infinito poder, su película funciona de la misma manera: más que tener una estructura de verosimilitud a lo largo de su narrativa, El Nuevo Nuevo Testamento se re-inventa sobre la marcha: aun cuando las aventuras de su protagonista tienen un objetivo muy claro, el camino y las consecuencias de este es absolutamente libre, ingenioso y fascinante, un milagro a 24 cuadros por segundo. La cinta también ha sabido empujar esta cualidad a su marketing.

Catherine Deneuve y un Gorila
Catherine Deneuve y un Gorila

Esta espontaneidad también parte de quién sostiene la narración en la cinta: Ea (Pili Groyne), hija de Dios y hermana de JC, entre otras cosas, el fantástico de baseball más antiguo del mundo. Ea afirma que su padre era un ojete desde antes de crear a la humanidad, cosa que le tomó tiempo. Después de construir Bruselas, ¿con qué se puede poblar? Tras intentarlo con jirafas y guajolotes, el hombre fue la conclusión más eficiente, con la censura y el prejuicio erótico incluido desde su génesis.

Dios (Benoît Poelvoorde)
Dios (Benoît Poelvoorde)

Pero la cinta no sólo se trata de lo que Dios ha hecho, sino quién es, y cómo eso informa sus acciones. Dios, (Benoît Poelvoorde) barrigón, compulsivo de las cervezas y la lucha libre, furioso y agresivo con su creación (que también incluye a la madre de Ea, Yolande Moreau, dedicada a limpiar en silencio y coleccionar tarjetas de baseball), a quien tortura desde un cuarto pobremente alumbrado, desde una computadora que sostiene la información de todo el mundo, y redacta leyes universales que afectan a cualquiera: el pan siempre se caerá del lado que tiene mermelada, el teléfono siempre sonará una vez que alguien está en la tina, los platos siempre se romperán justo después de lavarlos, etc. Ea está harta de este maltrato, hacia ella misma y el resto del mundo, y al decidir cambiarlo, en venganza a su padre, desata el peor miedo de la humanidad: fechas exactas de defunción para cualquier persona, convenientemente enviadas con un mensaje de texto. Ahora, necesita arreglarlo, antes de que su padre baje al mundo real y la atrape. Necesita 6 apóstoles más, y un Nuevo Nuevo Testamento. Y todo ello da inicio a una de las mejores películas del año.

6 Apóstoles más dan para un equipo de baseball
6 Apóstoles más dan para un equipo de baseball

Más allá de explotar la personalidad de un nuevo Dios, y las consecuencias estéticas de este (que incluyen manos bailarinas, un ejército de pájaros haciendo diferentes formas y, como se ve en una de las imágenes, un gorila acompañando a Catherine Deneuve), Dormael indaga en el significado de una deidad, y su relación con la conciencia humana tras milenios de, finalmente, el Primer Nuevo Testamento. Al hablar de un Dios "modernizado para el siglo XXI" no se trata solamente de guiños y burlas técnicas, aunque estas abundan. Si ese fuera el caso, El Nuevo Nuevo Testamento aún sería muy entretenida, pero sin la reflexión que permea su narrativa final: durante la búsqueda de los 6 apóstoles y la redacción del Nuevo Testamento, Ea se convierte en la voz de la muerte, la frustración, la indiferencia, y el dolor implícito de un vacío existencial, que rodea a casi todos los personajes de la cinta. Así como su Dios Padre es un ser furioso y controlador, ella es la diosa de la libertad. La libertad que, según Dormael, los humanos parecen perder con el paso del tiempo, creyendo o no.

Manuel Cruz

@cruzderivas